TOTALMENTE RADICAL
TOTALMENTE RADICAL
¿CUÁL DE LOS DOS?
Hay dos maneras de empezar el día: Con oración o sin ella. ¿Cómo lo empieza usted?
Hay dos formas de emplear el domingo: ociosamente o devotamente. ¿Cómo lo emplea usted?
Hay en el mundo dos clases de gente: los rectos y los malvados. ¿A cuál pertenece usted?
Hay dos gobernantes en el mundo: Dios y Satanás. ¿A cuál de los dos sirve usted?
Hay dos caminos que, a través del tiempo, llevan a la eternidad: el angosto, que lleva a la vida eterna; y el ancho, que lleva a la perdición eterna. ¿En cuál anda usted?
La gente puede morir de una de dos maneras: algunos "mueren en el Señor"; otros "mueren en sus delitos y pecados". ¿De qué manera moriría usted?
Reflexione sobre estas preguntas. Hágalas objeto de oración. (Enc. Mb-Ilustraciones)
El ser humano vive dentro de una constante paradoja. ¿Hacia dónde ir? ¿Qué y cómo hacerlo? Un desconcierto que demanda respuestas inmediatas frente a las ofertas atractivas y reiteradas que "claman" por una decisión. Propuestas orientadas a captar el interés de manera sutil (marketing sensorial) y la compensación emocional que busca una conexión profunda entre lo que se ofrece y la persona. Estrategias basadas en las necesidades emocionales, sentimientos, controlando la toma de decisiones y el comportamiento humano. El creyente no es ajeno a su influencia. Se enfrenta cada día a una gama de caminos, opciones cautivantes que lo hacen dudar y quedar atrapado en sus planes, especialmente cuando las bases de su fe se han cimentado en arenas movedizas. "El Señor le preguntó a Satanás: —¿De dónde vienes? Satanás contestó al Señor: —He estado recorriendo la tierra, observando todo lo que ocurre. (Job 1:7)
Elías se paró frente a ellos y dijo: «¿Hasta cuándo seguirán indecisos, titubeando entre dos opiniones? Si el Señor es Dios, ¡síganlo! Pero si Baal es el verdadero Dios, ¡entonces síganlo a él!». Sin embargo, la gente se mantenía en absoluto silencio. (1R 18:21)
"En un frondoso bosque se derramó una rica y deliciosa miel, y las moscas acudieron rápidamente y ansiosas a devorarla. Y la miel era tan dulce y exquisita que las moscas no podían dejar de comerla. De lo que no se dieron cuenta es de que sus patas se fueron prendiendo de la miel y que no podían alzar el vuelo de nuevo..." (Guía infantil). El problema no radica en las opciones, puesto que vivimos en un mundo multifacético, donde el pensamiento se bifurca en función a las distintas características humanas. Además, el Señor estableció el libre albedrío, nos dio la capacidad para tomar decisiones, pero su plan es que fuesen orientadas hacia Sus deseos. Nos dio un hábitat, un lugar que estableció para que viviéramos; la cuestión sería: ¿De qué manera viviremos en él?
Pese a los altibajos de Sus fieles, el Señor intercede por nosotros en todo tiempo. "No te pido que los quites del mundo..." (Jn 17:15a). Como seguidores suyos seremos tentados, como Él lo fue, pero nos ha proporcionado las armas para afrontar cualquier ataque, La armadura de Dios. Pararnos en la vera del camino, sin saber rumbo tomar, evidencia que sus enseñanzas, su Palabra, han sido ignoradas en nuestra vida. La inmadurez espiritual provoca desconfianza y nos aleja de Dios. Si la fe y la convicción son afectadas con facilidad, entonces se ha estado viviendo en una emoción superflua y sin raíces, y la solidez espiritual que afirmamos profesar simplemente es un espíritu religioso, quedando así prendados en la "dulce miel" que el mundo nos invita a probar. "...sino que los protejas del maligno" (Jn 17:15b)
"Todos los caminos conducen a Roma". Total todos van al mismo sitio. Es el pensamiento del ser humano conformista, que se acomoda con lo que haya. Esta expresión surgió en la época de apogeo del Imperio romano. En este período, los caminos estaban organizados de forma que cualquiera de ellos conducía a la capital italiana, Roma. En ocasiones nuestra vida se centra en el mismo pensamiento; independiente del rumbo, optamos por lo desconocido y un destino incierto. Muchas opciones serían fantásticas en nuestra humanidad, pero en la vida espiritual, y conforme a lo establecido por el Señor, este pensamiento no se ajusta desde ningún punto de vista a nuestra vida redimida. "El camino de Dios es Perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian. (sal 18:30)
YO SOY EL CAMINO... Es una declaración categórica, radical y autoritativa que hace el Señor Jesús a sus discípulos acongojados por su inminente partida. Sin embargo, el Señor les dice: "... volveré a llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy. Y ustedes conocen el camino que lleva a donde voy". (Jn 14:3-4). Indudablemente, sabían el camino. Los tres años y medio que duró su ministerio fueron suficientes para enseñar acerca de quién era Él y el propósito de su venida. Conocen, los discípulos mantuvieron una relación cercana, de amistad y hermandad con el Camino, la Verdad y la Vida, Cristo. Tiempo que les dio a conocer la Verdad, que era Su Palabra y Su persona. Este camino también es conocido por nosotros, y por todos aquellos que han decidido tener una relación íntima con el Salvador, entregando sus vidas en Sus manos.
"¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos" (Hch 4:12)
YO SOY, expresa su identidad, Jesús, el Hijo de Dios, en la naturaleza humana como divina, Dios hecho hombre (Jn 1:14), "Yo soy el Señor, y no hay otro; fuera de mí no hay otro Dios" (Is 45:5). No acepten imitaciones, falsificaciones u opciones, ya que el Señor no es un camino entre muchos, ni una verdad entre numerosas verdades, ni una vida entre la variedad de vidas que queremos tener. En Él y con Él no hay opciones, es la única vía de acceso al Padre y a la vida eterna.
En ocasiones, debido al afán, la inseguridad y falta de fe, o por desobediencia y guiados por nuestra voluntad, decidimos recurrir a intermediarios para acercarnos a Dios o para que nuestras dificultades sean solucionadas. Pablo nos aclara esta idea, "Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten...." (Fil 4:19). El querer tener el control, lleva a que todo gire en torno a lo que pensamos y creemos que está bien. Creamos nuestras propias leyes y formulamos hipótesis personales, escuchamos voces externas para dar respuesta a nuestras inquietudes, obviando los principios eternos, de esta forma se toman rutas distintas a la de Dios, que llevan a lugares poco fiables. Nos empeñamos en buscar soluciones en los recursos humanos para agradar a Dios, con el fin de recibir su favor junto con sus bendiciones, "Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte" (Pv 14:12).
Es cierto que la presión externa es fuerte y todos tienen respuestas distintas para cada situación, muchos caminos a elegir, pero lo que debemos entender es que en Cristo no hay opciones. Ante la pregunta de Tomás, la noche previa a su muerte, Jesús reorienta la atención de los discípulos hacia Él: "...¿cómo, pues, podemos saber el camino? (Jn 5:b), la respuesta del Señor es totalmente radical: "Yo soy el camino, la verdad y la vida...". Él es el camino, el Único camino que nos lleva al Padre; Él es la Verdad, de donde surge toda verdad y donde se encuentran todas las respuestas que necesitamos y donde podemos hallar el propósito para nuestras vidas; Él es la vida, el manantial de vida eterna que fluye a través de Cristo. "...nadie viene al Padre, sino por mí" (Jn 14:6).
El Señor desea hoy hablarnos al corazón, a nuestra mente y emociones para que las dudas y los temores se disipen al reconocer que solo Él es el camino a la salvación y la vida eterna. Buscar en el baúl de la vida formas para hacer de nuestra existencia mejor es vivir al vaivén de todas las corrientes de viento que pululan en el entorno. Unos nos llevarán a lugares pasajeros, mientras que otros nos dejarán suspendidos en el aire, esperando de manera indefinida. El Señor Jesús nos insta a conocerlo profundamente, a soltar todo lo que no nos deja avanzar libremente y a aferrarnos a Él, sin dudar y sin mirar atrás. Una decisión que cambiará nuestra vida permanentemente.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (1 Cor 5:17)
Una nueva vida, donde el centro es Cristo, donde Su Palabra será nuestra única verdad. Para conseguirlo, es necesario conocer y establecer una relación personal con Cristo, lo que implica estudiar, leer y meditar en su palabra cada día, orar y vivir en comunión con el Padre. Jesús nunca dijo que nos señalaría el camino o que nos daría un mapa como guía. Dijo Yo soy el camino; en este caso, solo Él es suficiente en nuestras vidas. Abraza esta verdad en tu corazón. Nada hay fuera de Cristo que satisfaga nuestras más mínimas carencias. Él es todo lo que necesitamos. Si nos encontramos perdidos y no sabemos a dónde ir, Él es el único camino; cuando estemos confundidos, Jesús es la verdad; y si estamos viviendo en estado de insatisfacción, de no encontrar el gusto por vivir, sin propósito, recuerda que Jesús es la vida y solo en Él hay salvación.
Bendito seas, Señor, tus enseñanzas son un refrigerio para nuestras almas agitadas por la presión de la vida. Tu Palabra afianza nuestros pies en la Roca eterna, nos da dirección y confianza. Tú eres todo lo que necesitamos, lo que desea y anhela nuestro corazón. Si caemos, siempre nos levantas; en Ti las dudas se disipan, como bruma, y tu amor nos sostiene por la senda de la vida. Jesús, Tú eres el camino, el único camino y la única verdad que conforta nuestra alma. Sin importar lo que cueste, recorreremos este camino contigo, Señor. ¡Vamos a caminar a donde Tú nos lleves, Señor!
A mi amado Salvador, quien entregó Su vida para darnos una nueva a nosotros, sea la gloria por siempre. Amén.
* Que el Espíritu de Dios le lleve a disponer su corazón para vivir en comunión con Cristo.
Que el Señor le bendiga.
Psicóloga Educativa Infantil Cristiana
Estudiante de Teología Reformada
"Tu amor me encontró"

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