ASEGÚRATE, PERO MUY BIEN
Cierto famoso filántropo incrédulo ordenó a sus empleados, un sábado, que el domingo por la mañana fuesen al puerto para descargar un buque recién llegado. Un joven escribiente suyo contestó tranquilamente: - Señor G., no puedo trabajar los domingos. —¿Ya conoce usted el reglamento?, le contestó el señor G. -Sí, Señor, lo conozco, y aunque soy el sostén de mi anciana madre, no puedo trabajar los domingos. —Bueno, pues, suba usted al despacho y el cajero le entregará su cuenta. Dijo el señor G. Por espacio de tres semanas anduvo el joven buscando trabajo. Cierto día, se presentó un banquero al incrédulo señor G., preguntándole si podía recomendarle una persona honrada y fiel para cajero de un banco que iba a abrirse. El incrédulo mencionó al joven que había despedido, recomendándola como persona a propicia. —Pero, dijo el banquero: —usted lo despidió. —Sí, señor —respondió el señor G. Lo despedí porque no quería trabajar los domingos. Pero un hombre que puede perder su puesto por no violentar su conciencia, serviría bien de cajero de confianza. (Confianza, Fidelidad)
El mensaje del libro de 2 Reyes nos ilustra cómo ignorar y buscar en lugares equivocados, que no es otra cosa que deslealtad, falta de confianza, desobediencia y autosuficiencia, conlleva consecuencias, “Cierto día Ocozías, el nuevo rey de Israel, se cayó por la reja de la ventana de una habitación en el piso superior de su palacio en Samaría y se quedó gravemente herido. Entonces envió mensajeros al templo de Baal-zebub, dios de Ecrón, para que consultara si iba a recuperarse." (2R 1.2)
El rey Ocozías optó por acudir a Baal-zebud, un dios pagano, para consultar su enfermedad. A diario se nos presentan muchos “Baal-zebud” que nos hacen sucumbir con sus sugerencias. El deseo de salir de la rutina y adentrarnos en lo desconocido, convencidos de que hallaremos lo que necesitamos, lleva a opciones aparentemente fáciles, pero que van en contra de lo estipulado por Dios. Conduce a alternativas que parecen sencillas, pero afectan negativamente el bienestar físico, familiar, económico y espiritual del creyente. Las dificultades exigen decisiones rápidas y certeras, pero impulsados por la inmediatez y desconfianza, se opta por consultar personas o lugares, buscar información por en internet o en la desesperación, acudir a curanderos o chamanes, en busca de posibles soluciones, desobedeciendo al Señor, "No adores a ningún otro dios, porque el Señor, cuyo nombre es Celoso, es celoso de su relación contigo" (Éx 34:14)
Días, semanas en la búsqueda de respuestas, enfrentando los desafíos con sus conexos, insomnio, ansiedad, depresión. No obstante, el Señor no ha cesado de extender su mano poderosa y venir a nuestro auxilio. Nos ha pedido que confiemos y creamos en Él exclusivamente. Él traerá medicina a nuestra alma, paz y consuelo al corazón abatido. Para el Señor no existe lo imposible, porque en Él todo es posible. Orar, abrir la Biblia y leer Su palabra, antes de consultar a otros, es darle prioridad al Señor, es reconocer que en Él están las respuestas y soluciones a lo que necesitamos. "Hazme oír cada mañana acerca de tu amor inagotable, porque en ti confío. Muéstrame por dónde debo andar, porque a ti me entrego" (Sal143:8)
“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Pv 14.12)
Decisiones tomadas bajo el principio personal "yo todo lo puedo", traen resultados inciertos. Pasar por alto el principio, "Primero Dios" trae la pérdida de sus bendiciones y la justicia del Señor será aplicada en nosotros, “¿ACASO NO HAY DIOS EN ISRAEL? ¿Por qué recurren a Baal-zebub, dios de Ecrón, a consultarle si el rey va a recuperarse? (2R 1.3 NTV)
¿Qué nos lleva a tomar atajos sin consultar a la fuente de la Verdad? Indiscutiblemente, el creer que lo sabemos todo. En el interior del ser humano siempre existirá un pequeño dios que pide a gritos ser alimentado con poder, mantener el control y dominar todo a su alrededor, “El que afirma que lo sabe todo, en realidad, no es que sepa mucho; ..." (1Cor 8.2). Guiados por este monarca, llamado orgullo, nos es difícil bajar la cabeza y reconocer que no siempre se tiene la razón. Desestimar las verdades divinas, al Rey del universo, traerá deshonra y dolor a nuestra vida. La autosuficiencia viene disfrazada de orgullo que limita el obrar de Dios. Sin confianza en Dios es imposible avanzar y alcanzar la victoria. "El orgullo termina en humillación, mientras que la humildad trae honra" (Pv 29:23 NTV)
La impaciencia, queremos todo ya y perfecto. No tenemos en cuenta que Dios tiene sus propios tiempos, "Mas, oh amados, no ignoréis una cosa: y es que un día delante del Señor es como mil años y mil años son como un día" (2P 3:8). Si no responde o cierra puertas es porque no es conveniente para nosotros. Entonces, decidimos no esperar, para luego crear mayores dificultades. “Mas el fruto del Espíritu…es paciencia…” (Gal 5.22). Además, tenemos la falta de madurez espiritual. Afirmamos creer en Dios, pero en el de la medallita o estatuilla, pero en el Dios Soberano, Fiel, Guerrero, Proveedor, Sanador, Salvador, Restaurador pasa a ser insustancial, una creencia religiosa tradicional. Dejar que Dios cumpla su propósito en nosotros se hace innecesario, porque el papel del dios que alimentamos no admite otra intervención.
El rey Ocozías tomó el camino equivocado, “Por lo tanto, esto dice el Señor: NUNCA TE LEVANTARÁS de la cama donde estás; ten seguro que morirás. (2R 1:4). “¡Morirás!", si me desobedecen y dejan de confiar en mí, en caso contrario, les daré vida y les bendeciré, "... yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia" (Jn 10:10 RV). Al no haber salvación, habrá muerte eterna; todo vínculo con Dios queda roto. Esta separación excluye al infiel e incrédulo, al que decide rechazar a Dios, y el Evangelio de salvación de Jesucristo, de las bendiciones eternas que el Señor tiene preparadas para sus fieles hijos, "E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna" (Mt 25:46)
*Bendito seas Tú, Señor. Dios de honra y majestad. Nos recuerdas hoy que tu no eres una opción, eres la vida misma que da vida a la nuestra. Tus caminos son confiables y en el mundo solo encontraremos oscuridad. Ayúdanos, Soberano Rey, a no caer en la tentación de lo fácil, ligero y alternativo. Tú eres el único Dios verdadero que trae paz a nuestra alma. Si Tú no estás dirigiendo nuestros pasos, la oscuridad será nuestra compañía y la muerte nuestra esperanza. En el nombre de Jesús. Amén.
A mi amado Salvador, Cristo Jesús, sea todo honor y honra por siempre.
En Su abrazo encuentro la paz,
Las cadenas caen, soy libre aquí,
Su gracia abunda, me renacerás.
y las dudas amenazan mi destino,
tus brazos me acolchan; yo me inclino,
sintiendo la paz de tu bondad.
con cada paso, tú eres el camino,
mi corazón te canta, oh divino,
fidelidad que nunca se apagará.
* Que el Señor brille con majestad en tu vida.

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