BORRÓN Y CUENTA NUEVA


De modo que si alguno está en Cristo, 
ya es una nueva creación;
atrás ha quedado lo viejo:
¡ahora ya todo es nuevo! (2 Cor 5:17)

    BORRÓN Y CUENTA NUEVA

Es nuestra naturaleza humana buscar y apegarnos a cosas materiales. Nuestros ojos terrenales no logran saciarse con todo lo que ve y si más ve más desea. Razón por la cual las oraciones tienen esta particularidad como tema central, "dame" "quiero" "necesito". Sin embargo, es importante tener en cuenta que los pensamientos y deseos de Dios difieren grandemente con los nuestros, "Porque mis pensamiento no son los de ustedes ni sus caminos son los míos, afirma el Señor" (Is 55:8). Es indudable que la sabiduría de Dios es paradójica e incomprensible, y se hace más enigmática para aquel que decide abrazar la sabiduría del mundo. Esto se puede ver cuando el mundo dice que si hacemos las cosas bien seremos recompensados, pero las Escrituras dicen que la salvación no es por obras o "Búsquenme y vivirán" (Amós 5:4).

Observando en profundidad y soltando lo que es evidente, en lo que nos hemos acomodado por creer que eso está bien a los ojos de Dios, "No se amolden al mundo actual,..." (Rm 12:2) podemos adquirir una perspectiva más revolucionaria, distante de cualquier doctrina o principio terrenal, lo cual podría llevar al mundo a etiquetarnos  como "locos" "fanáticos" e incluso se alejarán o se burlarán. Pero el pensamiento antagónico a los supuestos del mundo trae inconformidad, lo cual es una evidencia de que la Verdad genera desconveniencia y este es el propósito de Dios, desacomodarnos para reacomodarnos, "Si estamos locos, lo estamos para Dios; si estamos cuerdos, lo estamos para ustedes" (2 Cor 5:13).

Hace unos días, solicité a uno de  los jóvenes que oriento que hiciera una composición cuyo tema fuese algo personal que quisiera cambiar. La tarea fue completada de acuerdo a su criterio de orden y redacción, que era diferente al mío. Tras una breve charla, le enseñé con argumentos y respetando su posición los pro y lo contra de lo elaborado, dado que él defendía con plena convicción la perfección de su obra. Finalmente, decidió borrar y empezar de nuevo, esta vez con los parámetros que le escribí en una hoja. Su rostro mostró satisfacción cuando puso el punto final y lo compartió con sus compañeros. Aún está plasmado en la cartelera de clase. 

BORRÓN Y CUENTA NUEVA, es algo que se alinea con el deseo de Dios para nuestra vida. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Gén 1:1) La Escritura enseña que Dios creó una obra perfecta, "y vio Dios que era bueno" (Gén 1:25); sin embargo, el mismo hombre, como administrador de lo creado, se ha encargado de su deterioro. No obstante, la misericordia de Dios no se hace esperar y continúa intentando cambiar la dirección que el hombre le ha dado a lo hecho por Él. La Escritura nos habla en muchos pasajes y de varias formas cómo Dios  podría "borrar" el rumbo de nuestra historia para iniciar una nueva, con argumento, libreto y dirección nueva, pero el hombre se resiste a creer que la felicidad y el cambio en su vida se encuentre dentro de la voluntad de Dios, "Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir" (1Cor 15:22)

Cuando la Escritura nos habla de la eternidad del amor de Dios y de su inefable gracia, debemos creerlo con total convicción, como también que "en Cristo todos volverán vivir". Esto no se trata de un enfoque terapéutico que busca modificar la conducta de la persona con mecanismos humanos, sino un BORRÓN Y CUENTA NUEVA, es una nueva vida totalmente diferente a la que teníamos antes de conocer a Dios. De esta manera, el libreto viejo queda obsoleto, y a partir de uno nuevo, Dios hace una nueva creación en nosotros. Dejamos de ser el "yo" principal que controla todo y la voluntad "mía" que siempre ha imperado. Ahora, siendo salvos, "el Personaje Principal" es Cristo, Dios mismo quien vino a la tierra, se hizo hombre y por amor entregó Su vida para darnos una nueva, Su vida, y ahora "Cristo vive en mí""... y lo que vivo en la carne, lo vivo en la fe del HIJO DE DIOS, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gál 2:20b)
 
Pablo, después de conocer la conducta de la iglesia de Corinto, decide escribirles para traerlos de nuevo al camino de la fe. Su mensaje es enfático, "De modo si alguno está en Cristo...", por lo tanto, si estamos en Cristo, hay efectos y manifestaciones claras de Su presencia en nuestras vidas, como también responsabilidades que como creyentes debemos asumir con convicción y madurez, siempre y cuando  nuestra vida se encuentre verdaderamente unida a Cristo.

Si Cristo está en nosotros, "YA es (somos) una nueva creación" con una nueva vida. Es algo que Dios otorga por gracia inmediatamente, siendo así, no debe existir en el nuevo creyente dilataciones o  una costumbre esporádica u ocasional como efecto de su nueva vida. Al estar unidos a Cristo, nuestra vida ya no será igual, y este nuevo caminar afectará todas las áreas de nuestra ser, tanto internas como externas. La clave para alcanzar la medida que Dios nos pide es tener a Cristo como referente de humildad, obediencia y sumisión, como la fuente de paz, gozo y amor. El hombre Perfecto vino a enseñarnos a ser perfectos como Su Padre, a ser santos y sin mancha como lo es Él, "Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios", (1 Jn 3:9).  Este mensaje puede ser difícil de entender por su carácter teológico y altamente espiritual, pero en esencia es que sí, como creyentes, mantenemos una relación constante y vivimos en comunión con Cristo, le obedecemos y hacemos de Su Verdad la guía de nuestro caminar, experimentaremos las manifestaciones de una nueva vida que junto a ella traerá sus bendiciones, así seremos la nueva "creación" que Dios soñó siempre.  

El sistema del mundo, sus valores, doctrinas anticristianas y falsa moral ya no formarán parte del nuevo creyente, "ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí". El legado de Adán queda donde debe estar, atrás, porque Cristo, con su muerte y resurrección, nos da un nuevo aire, donde el sistema contaminante del mundo no formará parte de nuestra vida, ya no hay espacio para él porque ahora es Cristo quien ocupa este lugar. De esta manera, la persona muere con Cristo y resucitará para una nueva vida. Su "yo" antiguo es enterrado para iniciar una transformación divina que lo hará estar cada vez más cerca de la gran promesa de Dios, la vida eterna, "Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna" (1 Jn 2:25)

Pablo nos dice, "las cosas viejas pasaron", la vida marcada por el pecado, la desobediencia, la rebeldía, la falta de dominio propio, nuestro pasado y el querer hacer nuestra voluntad no imperará más. Todo es nuevo ahora que somos una "nueva creación", seremos restaurados para darle honra a Su nombre. A pesar de los desafíos que podamos tener mientras estemos en esta tierra, debemos estar firmes, y esto se logra manteniendo una relación constante con Cristo por intermedio de Su Santo Espíritu, así Cristo escribirá nuestra nueva historia de vida, donde será Él quien nos de el  nuevo libreto, "Todas son hechas nuevas" (V17)

Después de batallar por el mundo, luchando por vivir en estado de muerte, de ir de un lado para otro, tocando puertas para encontrar lo que satisface tanto nuestros deseos carnales como los de nuestra alma, Dios llama a nuestro corazón para darnos una segunda oportunidad. En medio de esta lucha automatizada en que se convierte la vida, nos olvidamos del sentido del pensamiento de Dios, que tenemos que "morir" para resucitar con Jesucristo. Morir al pecado y a todo aquello que nos aleja del Dios vivo que ha dispuesto Su poder transformado para cada uno de nosotros a través de Su Hijo, Jesucristo. "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá" (Jn 11:25) 

No se dejen engañar ni se engañen a sí mismo, nos advierte el Señor Jesús hoy, de la misma manera que le dijo Nicodemo, " —Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios", (Jn 3:3). No seremos una nueva creación, no experimentaremos el paso de oscuridad a Luz y la verdadera vida se hará inalcanzable, si no permitimos que Cristo se establezca en nosotros. El Espíritu de Dios nos lleva a un nuevo estado de renovación espiritual, donde no se llega con ropa y maleta vieja. Soltar el legado del mundo y toda experiencia vivida es el primer paso para vivir plenamente la transformación divina. Abrazar la nueva vida en Cristo nos abre el camino a una vida cambiada para siempre, planificada por Dios desde tiempo atrás, "El nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros desde tiempo atrás" (Ef 2:10)

Ahora santos, lavados por la sangre del cordero, redimidos sin culpa ante los ojos de Dios, no tenemos excusa para regresar al "viejo hombre". Este nuevo "yo" creado por Dios perderá el gusto por el pecado y le hallará el valor a Su Palabra. Un nuevo "yo" que deseará agradar a Dios, y aunque llegue a pecar, siempre tendrá presente que al ser nueva creación debe buscar el camino de retorno a su nueva vida. HOY, el Señor busca corazones dispuestos a dejarse moldear por su amor y misericordia, que sean dóciles a Su verdad, que lo amen incondicionalmente, y que cuando diga: - ¡Sígueme!, reconozcan Su voz y vayan tras de Él. Asimismo, desea que anhelemos estar y disfrutar de Su presencia y que vivamos para honrarlo. Gracias, Señor, por tenernos en cuenta para tan alto favor, sin merecerlo, nos haces parte de tu familia, nos eliges y adoptas como tus hijos amados, a través de tu Hijo, Jesucristo. Enséñanos a vivir para corresponder a esta maravillosa bendición.  

"y ahora viven de manera diferente.
 En realidad, ustedes son personas nuevas,
 que cada vez se parecen más a Dios, 
su creador, y cada vez lo conocen mejor" (Col 3:10)

Al Eterno y Sublime Salvador, Cristo Jesús, sea toda la honra y gloria por siempre. Amén.


"ESTE ES NUESTRO DIOS"


NUEVOS

Cristo me llama, su mano me guía, 
En ríos de gracia, fluyen sin cesar,
cada lágrima es siembra de alegría,
púes en su verdad vuelvo DESPERTAR.

Soy luz entre las sombras, faro encendido,
mi corazón nuevo, latido divino,
en el nombre de Cristo, SOY RENACIDO, 
y en su gran misericordia, encuentro destino. (Gracia)

*** Que el Espíritu Santo le lleve a experimentar con toda plenitud la nueva creación que Dios tiene destinada para sus hijos en Cristo Jesús. 

Dios te bendiga.

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