LUMINARES


Por tanto, amados míos, 
como siempre habéis obedecido, 
no como en mi presencia solamente, 
sino mucho más ahora en mi ausencia,
ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor (Fil 2:12)

Luminares
Ya hay demasiado fango en el sendero, no le amontones más.
Es ingrata tarea el hacer resbalar a los demás.

Ya hay demasiado barro por la vida para que tú eches más.
Sé tú de los que aparten ese barro para no salpicar a los demás.

Ya hay demasiadas sombras por el mundo, ya no le pongas más.
Haz tu vida tan clara y luminosa que evites tropezar a los demás.

Hay tanta podredumbre dondequiera que no es justo que tú la aumentes más;
echa a andar tu pureza sin temores, y entonces vivirás. (Demasiado Fango, F.E)

Cuando se trata de la salvación, los creyentes siempre entran en desacuerdo sobre  "tenerla o no" y si "se pierde o no", especialmente cuando se leen estas palabras de Pablo dirigidas a la iglesia de Filipos.

"No se tiene lo que no se ha dado, no se tiene lo no se ha recibido, tan solo se tiene lo que se nos ha entregado y lo que se ha recibido, y de esto hay que dar frutos". Los creyentes de la iglesia de Filipos, fundada por Pablo en su segundo viaje, llevaba años siendo sobresaliente en la predicación de la Palabra de Dios. Cuando Pablo los acompañó habían sido ejemplo de entrega, devoción y un gran amor hacia Cristo, pero ahora que estaba en prisión, habían decrecido notablemente debido al poder extralimitado y dominio romano. Los filipenses estaban viviendo un período de mucha oposición y persecución; el temor los desanimaba y los alejaba cada vez más de la esencia de Verdad. Pablo, consciente de la situación y motivado por el amor que les prodigaba, los exhorta a un cambio de proceder, ya que fueron ejemplo de hermandad y amor al prójimo, "Dios sabe cuánto los amo y los extraño con la tierna compasión de Cristo Jesús. (Fil 1:8b) ...2

Con la resistencia romana, la iglesia estaba siendo afectada en el amor y la humildad entre ellos. Pablo, apesadumbrado, les escribe esta carta para alentarlos y para enseñarles a enfrentar los frecuentes desafíos y así fortalecieran la fe que los había distinguido. Para tal efecto, les da a conocer su experiencia en prisión como ejemplo de estrategia para defenderse ante el ataque del enemigo. Les hace saber que todo lo que Dios permite en la vida, alegrías, luchas y tristezas, tiene un propósito; dentro de ellos se teje un plan divino que le dará honra y lo glorificará. Pablo habla desde la cárcel en Roma, "Hermanos, quiero que sepan que, en realidad, lo que me ha pasado ha contribuido al avance del evangelio. Es más, se ha hecho evidente a toda la guardia del palacio y a todos los demás que estoy encadenado por causa de Cristo" (Fil 1:12) ...3

"Pase lo que pase, compórtense de una manera digna del evangelio de Cristo.... luchando unánimes por la fe del evangelio" (1:27), unidos con un mismo sentir y vivan en amor unos con otros, "Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús" (2:5). La carta está dirigida a todos los creyentes, es una observancia a un cambio de actitud y volver la mirada a la perfección hecha Hombre, Jesucristo Nuestro Señor. Nos deja ver la importancia en preocuparnos por la salvación de otros, "extendiendo a todos la palabra de vida", así como también a que nos mantengamos firmes en la fe los que ya hemos entregado la vida a Cristo, "No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes" (2:3).

"Por tanto", sugiere, que como conocedor del buen desempeño de los hermanos de Filipos, desea agregar otras palabras de advertencia, aliento y fortaleza, puesto que cuando estuvo con ellos se dio cuenta del amor que se tenían unos con otros como resultado de la devoción que habían profesado por Cristo y su ministerio, "siempre siguieron mis instrucciones cuando estaba con ustedes;..." (2:12a), y que debe permanecer constante al no estar con ellos, "y ahora que estoy lejos, es aún más importante que lo hagan" (2:12b) 

Su ausencia no era motivo para que las buenas costumbres se perdieran. Como seguidores de Cristo, es importante ser fieles a Su Palabra y a Su llamado, y actuar con integridad y responsabilidad. "aferrados a la palabra de vida"(2:16a) y en obediencia, seguir paso a paso, lo que nos enseñó y pidió que hiciéramos antes y después de su partida. Aunque no lo veamos, sabemos que Él nos ha dejado Su Espíritu, que siempre nos acompaña y nos guía. No estamos solos, Dios está presente, por eso nuestro ministerio debe continuar según lo determinado por Jesús. Tenemos a Cristo, modelo perfecto de obediencia y humildad durante su paso por la tierra,  que obedeció a Su Padre en todo momento, habló y actuó en Su nombre y lo que hizo le dio gloria y honra, nada hizo para su beneficio ni para enaltecerse. Si alguien se engrandece con la misión de Cristo en su calidad humana, es Dios Padre. "para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido ni trabajado en vano". (Fil 2:16)

"Ocuparnos", es indicativo tenemos trabajar para mostrar resultados visibles de algo que ya tenemos, la salvación. "Katergazomai", palabra griega que significa actuar y desempeñar. Como cristianos convertidos, que hemos aceptado a Cristo como dueño y Señor de nuestras vidas, y salvos por la inefable gracia y bondad de de Dios, recibimos con este regalo inmerecido todo lo necesario para tener una vida abundante, que debe satisfacer a Dios.

Pero hay no termina todo, debemos dar fruto, mostrar evidencias visibles de que somos realmente salvos, "Con Cristo estoy juntamente crucificado," (Gál 2:20a). Un cambio de vida verdadero, donde el pecado y la desobediencia ha quedado crucificada, junto con todo lo que nos alejaba de Dios, esto se logra siendo diligentes y proactivos. Debemos tener claro que la salvación es de Dios por tal razón no se pierde, nada ni nadie nos la puede arrebatar puesto que la salvación es Jesús. Dios nos predestino, eligió, llamó, y justificó para ser sus hijos, nos llamó de las tinieblas a Su Luz admirable, "ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Rm 8:39), y nosotros como Su nueva creación, seremos perfeccionados cada día, "quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva" (Fil 1:6)

Como es un proceso debemos ser activos hasta que termine, y eso es cuando estemos frente a frente con nuestro Creador, en consecuencia debemos esforzarnos y mantenernos firmes, para evitar caídas y retrocesos lamentables, "y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí;..." (Gál 2:20b), es la razón por la que Pablo nos dice, "OCUPAOS EN SU SALVACIÓN", con "temor", respeto y recelo, con mucho cuidado porque nos movemos en aguas movedizas, el mundo y su dios quiere engañarnos con ideas que nos alejan de Dios y, con "temblor", no debemos quedarnos quietos, la quietud adormece el alma y la convierte en sepultura. 

Dios nos exhorta a través de Pablo a ser hiperactivos espirituales, a mantenernos vigilantes y en movimiento constante, buscándolo en todo tiempo, a ser responsables durante el proceso de santificación, leyendo y estudiando Su palabra, orando en todo tiempo, congregándonos. Alimentarnos con el pan de vida, Su palabra, nos mantiene firmes, pero debemos ser coherentes con lo que Dios dice y desea que hagamos. ¡Así que corran para ganar!" y llegar a la meta con la camiseta sudada, porque muchos llegan, pero rezagados o sin haber empezado.

HOY, el Señor desea alentarnos para que alcancemos la meta. Nos recuerda que nos ha dejado un ayudador incondicional, Su Santo Espíritu, quien "produce así el querer como el hacer..." (Fil 2:13). Que ahora que "la salvación ha llegado a nuestra casa" debemos ocuparnos para que nuestra vida muestre evidencias externas de que Cristo vive en nosotros, es decir una vida renovada por la obra del Espíritu Santo quien actúa en nosotros para santificarnos, “… procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán a Dios” (Hb 12:14 NTV). El peligro es grande cuando somos cristianos estériles, sin frutos, no es beneficioso para el reino de Dios y aún más para quienes aún no son convertidos.

Al ser salvos, estamos siendo llamados a ser sal de la tierra, "LUMINARES en el mundo", capaces de esparcir la Luz de Cristo a otros, somos la diferencia, los amados hijos de Dios. Pero, si nuestra influencia contamina el evangelio de Cristo, proyecta oscuridad, entonces seremos llamados hermanos de perdición. Es la razón por la que Pablo exhorta a la iglesia de Filipos a examinar su corazón y los motiva a ser humildes y a prodigar amor teniendo como ejemplo a Cristo. "Quiero que entiendan lo que realmente importa, a fin de que lleven una vida pura e intachable hasta el día que Cristo vuelva" (1:10). Ocuparnos en nuestra salvación es trabajar celosamente y con devoción en la nueva vida que tenemos en Cristo, quien nos ha limpiado del maldad del pecado, de nuestro carácter egoísta y del deseo de agradar al mundo. Con Su sangre ha limpiado nuestras heridas y ha sanado nuestra alma. Al ser libres en Cristo, escogidos y adoptados por Dios, debemos mostrar el carácter de Cristo en nuestra vida. 

"Esfuércense por demostrar los resultados de su salvación obedeciendo a Dios con profunda reverencia y temor" (Fil 2:12 NTV)"Ocúpense" "esfuércense", "Hagan efectiva su propia salvación con profunda reverencia" (2:12 DHH), obedeciendo  y aprendiendo de acuerdo a lo enseñado. No solo cuando están acompañados por un líder, sino también cuando están solos. Así mostrarán su nivel de madurez espiritual, fe y amor por el Señor y Su Palabra. Vivan como hijos de la Luz, dediquen su tiempo a aprender, enseñar, den frutos de la Verdad. Ámense unos a otros y vivan de tal manera que otros deseen conocer a Aquel que cambió sus vidas, que otros deseen tener lo que ustedes tienen. Vivan como ciudadanos del cielo haciendo honor al nombre de Aquel que entregó Su vida para darnos una nueva, libres y en paz, porque si No hay evidencias, NO hay cambios de corazón, sino que continuamos amando el pecado y todo lo que Dios aborrece, entonces sería conveniente, y con razón, preguntarnos si realmente se ha nacido de nuevo.

Sabemos que el que ha nacido de Dios no practica el pecado: Jesucristo, que nació de Dios, lo protege y el maligno no llega a tocarlo. (1Jn 5:18 NVI)

"Señor Jesús, yo te abro las puertas de mi corazón, te pido que entres a mi vida, te acepto como mi Señor y Salvador, perdona todos mis pecados desde mi juventud hasta hoy, me arrepiento y me dispongo a dejarlos. CREO y acepto el sacrifico que hiciste en la cruz como la salvación de mi alma. Señor Jesús, por favor, dame vida eterna y que mi nombre quede inscrito en el libro de la vida. Ayúdame a ser una nueva persona, renovada y transformada cada día en el conocimiento de Tu verdad, dispone mi vida para ser mensajero de Tu Verdad, donde le muestre al mundo que Tú eres el único camino, la única verdad y la verdadera vida". En el nombre de Jesús. Amén. 


A mi amado Salvador, que sostenido en una cruz me amó sin condición, sea la honra y la gloria. Amén.




*** Que el Espíritu de Dios  fortalezca su fe y le enseñe cada día a vivir para agradar el corazón de Dios.


Dios te bendiga.



Comentarios

Entradas populares de este blog

EN FALSO

CON ESPÍRITU DE MENSAJEROS

BORRÓN Y CUENTA NUEVA