SABIOS DE VERDAD

 En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. (Sg 3:17)

SABIOS DE VERDAD

Cuenta una historia infantil, que había un rey llamado Midas que poseía grandes riquezas. En cierta ocasión acogió a un sirviente de Dionisio, rey del Olimpo, que estaba perdido. A  cambio de su amabilidad, el rey le dijo al rey Midas: "Pídeme lo que quieras y te lo daré". El rey Midas sorprendió al dios griego con su respuesta: "¡Quiero que todo lo que toque se convierta en oro!" Su deseo fue concedido y, desde ese día, todo lo que tocaba se convertía en oro. El rey disfrutaba de su momento de gloria, hasta que apareció su hija, corrió a sus brazos y quedó convertida en una estatua de oro. El rey lloró con desconsuelo, reconoció que su ambición lo había llevado a tan terrible insensatez causante de su sufrimiento. "Más vale adquirir sabiduría que oro; más vale adquirir inteligencia que plata" (Pv 16:16)

"¡Pues el Señor concede sabiduría!
De su boca provienen el saber y el entendimiento. (Pv 2:6 NTV)

En el oriente medio se desarrolló la literatura sapiencial, que exaltaba las virtudes de la sabiduría, "El propósito es enseñar sabiduría y disciplina, ..." (Pv 1:2 NTV) Algunos de sus libros son Job, Proverbios, Cantares y Eclesiastés. "La sabiduría está llamando,  la inteligencia se hace oír" (Pv 8:1). Cuando se habla de sabiduría, muchas personas con gran elocuencia se satisfacen exponiendo lo que refleja la sabiduría en sus vidas, pero hoy Santiago nos presenta la sabiduría que viene de Dios, que dista a lo que es la sabiduría  terrenal o del mundo. 
¿Quién de ustedes es sabio y entendido? (Sg 3.13a)

No hay duda de que Salomón, autor del libro de Proverbios e hijo del rey David, fue un hombre sabio y entendido, bendecido con una buena educación. El libro de Proverbios revela que amaba a Dios,  pero falló en no ser prudente y cauteloso. Perdió el enfoque cuando dejó de mirar a Dios por verse a sí mismo, sucumbiendo a sus debilidades. Bajo la guardia, dejó de aplicar la inteligencia y la sabiduría en las decisiones cruciales para su vida, al dejar a un lado el temor o la reverencia a Dios, "El temor de Dios es SABIDURÍA, y apartarse del mal, la INTELIGENCIA" (Job 28:28). Poco a poco, su oído se volvió sensible al mal, olvidándose de las bendiciones recibidas de Dios y, al igual que Eva, decidió iniciar conversaciones con quien no debía, hasta que sucumbió a la tentación, desobedeciendo de esta manera a Señor.

Cuando las decisiones son enfocadas correctamente, porque elegimos pedir y recibir  sabiduría del cielo, significa humildad, hemos decidido poner en primer lugar a Dios. Esto traerá la promesa de bendición de diferentes maneras: prosperidad, gozo, la bondad de Dios. Por otra parte, rechazarla es separarse de Dios voluntariamente al no querer aceptar sus instrucciones y hacer Su voluntad. De esta manera, se pierden los beneficios de su gracia y bondad. Es sabio, "Que lo demuestre",  a través de su comportamiento, actitud y obras. (V13) 

En 1 Reyes podemos ver que Salomón actuó con responsabilidad al reconocer su necesidad de ser guiado por Dios y que, como líder de su pueblo, requería de Su sabiduría para poder gobernar, "Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? (1R 3:9). El Señor conocía el corazón de Salomón, y le concedió la petición, "Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto." (V11). "he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido," (V12). Pero eso no fue todo lo concedido por Dios, "Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días" (V13).

Dios le concedió más de lo que pidió, pero le da una recomendación especial, "Y si tú me sigues y obedeces mis decretos y mis mandatos como lo hizo tu padre David, también te daré una larga vida". (V14). Dios conocía el corazón de Salomón, pero también sabía que la ambición, el poder y el deseo de reconocimiento frustran un corazón deseoso de ir por la senda del bien, entorpecen la sensatez y el buen juicio. A Salomón todo le fue dado, pero evadió su responsabilidad personal, que era mantenerse al margen de lo que desagradaba a Dios, y dejó de obedecer y actuar con prudencia, al final pecó gravemente. Lo que ganó al querer agradar a Dios, lo perdió por querer hacer su propia voluntad y agradar al mundo. "Cuando Salomón envejeció, sus mujeres lo hicieron adorar a dioses ajenos, y a diferencia de David, su padre, su corazón dejó de ser perfecto ante el Señor su Dios" (1R 11:4)

El camino del necio es recto a sus propios ojos, mas el que escucha consejos es sabio. (Pv 12:15)

Es importante aprender  discernir entre la sabiduría terrenal y la que viene de Dios, porque una cosa es la leche y otra el agua con leche. Una es la antesis de la otra, razón por la cual mezclarlas es acto de desobediencia y rebelión, donde no hay sujeción y deseo de agradar a Dios, sino una imperiosa necesidad de satisfacer el ego y tener el control del todo, "...los necios desprecian la sabiduría y la disciplina".  (Pv 1-7b) 


La pregunta del apóstol Santiago: ¿Quién es sabio y entendido entre nosotros?, sugiere un test autoevaluativo para examinar cómo anda la fe que profesamos. Si tenemos una fe verdadera o vagamos por el mundo creyendo que la tenemos, haciendo alusión a la fe terrenal y pensando que hacemos lo que Dios manda. Las respuestas a este test confirman si somos o no verdaderos cristianos, y la misma Palabra de Dios proporciona los resultados. La intención de Dios es que seamos SABIOS DE VERDAD, que vivamos continuamente recibiendo y atesorando Su sabiduría, que tengamos discernimiento, entonces sabremos si estamos obedeciendo sus mandamientos o tratamos de maquillar una cosa para tapar la otra, porque en el fondo amamos al viejo hombre y vivimos para él, pero sacamos al nuevo en los momentos especiales, los domingos. "Demuéstrelo viviendo una vida honesta y haciendo buenas acciones con la humildad que proviene de Dios" (Sg 13,1)

"Bienaventurado el hombre que halla sabiduría, Y que obtiene la inteligencia" (Pv 3:13)

El libro de Santiago nos presenta la verdad HOY, diciéndonos que la sabiduría que viene de Dios no es compatible para nada con la terrenal, son como el agua y el aceite, solo basta hacer un balance entre lo que dicen las Escritura y nuestra manera de actuar y veremos con qué tipo de sabiduría vivimos, "Al necio no le complace la inteligencia; tan solo hace alarde de su propia opinión". (Pv 18.2) El mundo lleva consigo su propia sabiduría, regida por los pensamientos y normas humanas que ignoran, manipulan o buscan hacer concesiones para acomodar a los principios divinos a sus leyes culturales: "Todo el que quiera ser sabio debe empezar por obedecer a Dios, ..." (Pv 1:7a)

La falsa sabiduría, aquella que no proviene de Dios, tiene un origen oscuro, que repele la presencia de Dios, "... la envidia y el egoísmo no forman parte de la sabiduría que proviene de Dios. Dichas cosas son terrenales, puramente humanas y demoníacas" (V15), además nos dice, "...si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades de corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad" (V14), siendo así, la sabiduría solo podrá definirse cuando hay  resultados palpables, y esos los damos nosotros, ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestren por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre" (V13b)

La sabiduría verdadera nace del corazón, no del pensamiento, solo se  recibe de la boca de Dios, Su Palabra, y debemos atesorarla en el corazón para que fructifique y se manifieste. Una persona que profesa la fe en Cristo tiene Su sello distintivo, expresado en los frutos del Espíritu Santo, 👉Gál 5:22-23 Se conoce porque sus acciones son el reflejo de que "Cristo vive en su corazón" y que Su Palabra es su Manual de vida, "Porque  de Jehová es la sabiduría, y de su boca, viene el conocimiento y la inteligencia" (Pv 2:6) Pero todo aquel que refleja un actuar contrario a Cristo, posee sabiduría, pero no procede de Dios. 

Es fácil confundir la intelectualidad o el mucho conocimiento con sabiduría, pero esto es tan solo entendimiento, pero cuando a este saber se le agrega la Verdad divina, las cosas cambian al direccionarse hacia Dios quien tiene el poder de cambiar toda forma de pensar y por ende de actuar, "... porque de su boca viene el conocimiento la inteligencia" (Pv 2:6) 

Salomón hizo del saber y de la destreza para solucionar y aplicar justicia elementos para enaltecerse y conseguir todo lo que Dios le prohibió. Olvidó que el saber y las habilidades adquiridas tenían un dueño, Dios, que le dio sabiduría,  poder y lo doto de grandes talentos para que mostrara a su pueblo el Dios verdadero al que debían adorar. Pero pecó y, cegado por sus deseos carnales y su voluntad inestable, desobedeció y perdió las bendiciones dadas por Dios, porque en medio del pecado Dios no está, y sin Su Presencia vida no hay. "El Señor se enojó mucho contra Salomón porque su corazón se apartó de él, a pesar de que el Señor se le había aparecido dos veces y le había insistido que no adorara ni sirviera a dioses ajenos, pero Salomón no le hizo caso al Señor" (1R 11: 9-10)

"Temor del Señor", reverencia al Altísimo, obediencia a Su Palabra trae Su sabiduría. La cual nos invita a vivir con integridad y a ser consecuentes con los principios divinos. Una persona que vive con la provisión de sabiduría del cielo se identifica fácilmente. Toda en ella es diferente, nada es igual en su manera de ser. Su vida marca la diferencia por el hecho de que su estilo es único, su actitud difiere a la del común de la gente, y si le dicen "rara, extraña, obsoleta", es una prueba que va por el camino correcto. Ella actúa y vive para glorificar al Señor y el mundo tan solo es el campo de trabajo donde mostrará a otros las maravillas que Dios ha hecho en su vida. "El temor del Señor es la base del verdadero conocimiento, pero los necios desprecian la sabiduría y la disciplina" (Pv 1.7)

Las iglesias están abarrotadas de personas que afirman ser cristianas que aman a Cristo, pero este reconocimiento debe ser respaldado por las Escrituras, que establece los principios para que un cristiano profese una verdadera fe y, verdadera sabiduría. Porque así como hay sabiduría verdadera y falsa, hay cristianos verdaderos y nominales, de los cuales Jesús dijo: "...“Nunca los conocí. ¡Apártense de mí, obreros de la maldad!” (Mt 7:23b) El cristiano nominal vive para agradarse a sí mismo y utiliza como puente y fachada a Dios. Se jacta de sus triunfos, vive para autocomplacerse y hace de Dios el camino para alcanzar sus metas, pero de tales deseos y actos Dios no es partícipe, aunque él crea que Dios le sigue la corriente, Dios está lejos de ella.

Santiago presenta las características de la sabiduría de lo alto, que procede de Dios: "Sin embargo, la sabiduría que proviene del cielo es, ante todo, PURA y también ama la PAZ; siempre es AMABLE y dispuesta a ceder ante los demás. Está llena de COMPASIÓN y del fruto de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre es SINCERA. Y los que procuran la paz sembrarán semillas de paz y recogerán una cosecha de justicia. (v17) Esta Sabiduría debemos buscarla día a día, es nuestra responsabilidad trabajar para que forme parte de nuestras vidas. Se activa en el momento en que mantenemos una relación constante con Dios, donde Él nos alimenta con Su Verdad, dándonos una verdadera vida en Cristo, VIDA DE SABIOS, conforme a Su propósito.

HOY, ante este panorama que el Señor nos presenta a través del apóstol Santiago y de la vida de rey Salomón, podemos acudir a las Sagradas Escrituras, y como en un espejo, mirarnos en ellas para enfocar nuestro caminar. Todos los tesoros que allí se encuentran fueron escritos para darnos sabiduría y entendimiento, en ella está la verdad que trae poder y autoridad para transformar nuestra vida. La sabiduría que viene de lo alto es pura, pacifica, amable, benigna, y está personificada en Cristo. En Cristo encontramos el tesoro de la sabiduría, y esto implica que debemos llevar vidas moralmente puras, donde no hay convivencia con el pecado, y que debemos tomar decisiones que glorifiquen al Señor, y esto es apropiarnos de nuestra responsabilidad personal para hacerle frente a las tentaciones, alejándonos de todo aquello que desagrada a Dios. "El que peca, no conoce a Jesucristo ni lo entiende..." (1Jn 3:6)


*** Amado Señor, puras son tus palabras y grande Tu verdad, Gracias te doy por Tu Palabra que trae luz a mi vida. Te pido, Señor, que me des sabiduría y entendimiento para afrontar las situaciones de la vida, para elegir siempre lo mejor y no aquello basado en mi voluntad. Enséñame a pedir, recibir y atesorar tu sabiduría, así mi vida será de honra para Ti. Que tu Santo Espíritu me lleve a ser un SABIO DE VERDAD y no uno más como todos, que me ilumine para cumplir con mis responsabilidades como cristiano, me guíe hacia tu voluntad. Dame un carácter fuerte y un corazón que te ame con total pureza  y humildad, para no ceder ante la tentación. En el nombre de Jesús. Amén.

"Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios" (Ef 5:15)


A mi Perfecto Dios, que cada día me sumerge en los tesoros de Su sabiduría, Su Palabra, sea la gloria y honra por siempre. Amén
 
"La sabiduría que viene de los alto esta representada en Cristo Jesús"


* Que el Espíritu de Dios le lleve a vivir de acuerdo a la sabiduría que viene del cielo.


"Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, 
pídasela a Dios, y Él se la dará,
pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie" 
(Sgo 1:5)

Dios te bendiga.


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