ESTO ES TODO
El juego llamado "teléfono roto" se usa en algunas ocasiones para ilustrar problemas en la comunicación interpersonal. Susurrar una frase o palabra al oído del vecino y transmitirla hasta que llegue al otro extremo de la fila de participantes lleva a que en algún momento el mensaje cambie. El mayor problema que tienen las personas en lo que respecta a la comunicación, además de la difusa comprensión, es el hecho de que esta distorsión es registrada, aceptada, fijada en el cerebro y transferida, convirtiéndose referente del comportamiento. "y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes". (Deu 6.7)
Los estorninos son aves migratorias provistas de un excelente sentido de comunicación, el cual pone en práctica por medio de un vuelo sincronizado llamado "murmullo". El sonido de una sola ave puede llegar hasta siete pájaros más, uniéndose así, a cientos de pájaros entre sí, para crear una danza única de sonidos y formas. Al final del día descienden a las copas de los árboles para pasar la noche, no sin antes batir sus alas con gran fuerza y producir un ruido armónico que le valió su nombre. Este juego de comunicación inter-camuflado, que incluye danza y sonido, tiene un propósito, eludir y ahuyentar a los depredadores. 👉Vídeo. Dichosos más bien -contestó Jesús- los que oyen la palabra de Dios y la obedecen" (Lc 11.28)
Los DEPREDADORES, los enemigos de nuestra fe, no solo vienen de afuera, muchos son plantados por nosotros mismos para evadir nuestra responsabilidad como creyentes. La negligencia y la inmadurez espiritual es la que mueve a la persona a hacer estrictamente lo necesario y a seguir sin esfuerzo el camino de Cristo, opacado por su falso concepto de lo que es la excelencia. ESTO ES TODO, con esto es suficiente, me congrego, leo la Palabra rápidamente y para no tardar mucho un versículo, con eso se declara espiritualmente pleno. Vivir una vida cristiana caracterizada por el aceleramiento y la desatención no produce la madurez espiritual que Cristo espera de sus seguidores. El ritmo acompasado con los pasos del maestro, evita que los depredares de la fe roben las verdades de las enseñanzas de Cristo. "Abre mis ojos, para que vea las verdades maravillosas que hay en tus enseñanzas" (Sal 119.18)
Ser conscientes de los enemigos que asedian nuestra vida sin desfallecer, nos debe mantener alertas, en posición de batalla utilizando la provisión de defensa que Dios nos ha dado. 👉ARMADURA DE DIOS. Como nuevas criaturas, engendradas y nacidas de Su voluntad, debemos vivir reflejando la grandeza y el poder de Aquel que nos adoptó por medio de la "palabra de verdad que nos dio", Cristo Jesús, para que seamos irreprensibles, sin mancha y lo glorifiquemos con cada acto de la vida. Y eso sólo se puede lograr no solo escuchando, lo que se aprende, hay que ponerlo en práctica. "Son hijos de Dios, pero no por nacimiento físico; no tiene que ver con ningún acto ni deseo humano. Son hijos suyos porque Dios así lo quiere. (Jn 1.13)
La carta de Santiago nos invita a llevar la fe a la práctica, a ser hacedores de la Palabra de Verdad. Le escribe a las doce tribus en dispersión, que se encuentran fuera de Israel a causa de la persecución, y que se encontraban en serios problemas a causa de la inestabilidad. Y no lo hace como líder, sino que con total humidad asume su posición de esclavo de la gracia de Dios, "siervo de Dios y del Señor Jesucristo" (Sg 1.1). Los instó a saber escuchar, más que a hablar, para que entendieran lo que estaban llamados a hacer según el plan de Dios. ESCUCHAR Y ACTUAR era el centro de su mensaje. Escuchen con atención la Instrucción de Dios y respondan a ella con acciones que lo glorifiquen.
Pero para eso deben, "… quieten de su vida todo lo malo y lo sucio" (V21), todo lo que impida que la Palabra de Dios eche raíces en nuestras vidas. Ella nos sostiene, nos da un nuevo aliento, nos da vida nueva por medio de la transformación de nuestro corazón, nos da esperanza, y nos guía hacia la madurez espiritual a la que estamos siendo llamados. Si nos enfocamos en leer el versículo del día que llegó por internet o el que hoy nos salió al azar, "para la buena suerte", nos estamos engañándonos a nosotros mismo, y nos perdemos las bendiciones que Dios nos da cuando nos detenemos a escuchar, aprender y actuar conforme a lo que Dios ordena. "y acepten con humildad la palabra que Dios les ha sembrado en el corazón, porque tiene el poder para salvar su alma" (V21)
Estas pequeñas aves de "murmullos" rítmicos, que forman un gran ejército de guerreras y que tienen excepcionales habilidades comunicativas como camuflaje protector, muestran que Dios se preocupa por las aves, pero, "¿No valen ustedes mucho más que ellas?" (Mt.6.26) quienes son sus hijos.
El problema con las personas es que no solo dejan de escuchar con detenimiento, sino que pierden el sentido de lo que escuchan y no siempre priorizan y seleccionan la información entrante. No todo es para ver, no todo es para escuchar y no todo conduce al crecimiento. A veces dejamos pasar un tiempo que no volverá, haciendo lo que no debemos, y viviendo la repetición de cada día en el mismo punto sin el más mínimo esfuerzo por estar a la altura de los estándares de Dios. Se construye la vida sobre una base sin fundamento, al primer viento medio fuerte cae al abajo. "Líbrame de mentirme a mi mismo; dame el privilegio de conocer tus enseñanzas" (Sal 139.29)
Los libros nos dan información y conocimiento, enriquecen nuestra intelectualidad, la Palabra de Dios no es solo un libro cualquiera, sino un libro que requiere que se ponga en práctica su contenido, quizá por eso no sea tan interesante. Esta es la manera en que Dios habla a su pueblo, lo instruye y guía. Si nos centramos únicamente en leer y aprender la doctrina, excluyendo la praxis, se pierde el propósito de Dios y los resultados serán inesperados. El Señor nos demanda escuchar activamente la Palabra de Dios a través de Su Santo Espíritu, que seamos diligentes, hacedores, y que vivamos conforme a su Palabra, pero "Pero si miras atentamente en la ley perfecta que te hace libre y la pones en práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios te bendecirá por tu obediencia" (Sg 1.25)
Tenemos una idea equivocada sobre el cristianismo y creemos que cuando venimos a los pies de Cristo, es para ser escuchados y recibir lo que necesitamos, y continuar la vieja vida sin signos de renovación por el nuevo nacimiento y sin los efectos de la presencia de Su Santo Espíritu en nosotros, el cual nos prometió cuando partió, y con el cual fuimos sellados cuando decidimos aceptarlo como Señor y Salvador de nuestras vidas, "también ustedes, luego de haber oído la palabra de verdad, que es el evangelio que los lleva a la salvación, y luego de haber creído en Él, fueron sellados con el Espíritu Santo de la promesa" (Ef 1.13).
Pero la realidad es otra, porque no existe una manera fácil de alcanzar la madurez espiritual, y si se desea alcanzar debe haber koinonía entre la escucha y el hacer. La práctica correcta o el buen testimonio es una respuesta a la escucha activa de la Palabra de Dios. Y esto se refleja en la OBEDIENCIA a lo que Dios dice y nos pide que hagamos. Cuando la Palabra de Dios se hace vida, la persona vive bajo los lineamientos de ella, la establece como guía, y su caminar refleja Su propósito y encarna a la voluntad de Dios. "Vengan y escuchen, todos ustedes que temen a Dios, y les contaré lo que hizo por mí" (Sal 66.16).
El Señor nos anima en cada momento a hacer que Su Palabra cobre vida en nosotros. Él planta Su Semilla de Verdad en nuestros corazones, pero nosotros debemos regarla, nutrirla y velar para que crezca y dé fruto. "Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento" (Mt 3.8). Estos frutos sólo se pueden lograr mediante trabajo arduo, determinación, dedicación y voluntad de hacer lo que Dios manda. Agradar al Señor no se convierte en una obligación, sino en un deseo del corazón, que busca retribuir en algo el gran regalo que Él nos dio para nuestra salvación, Su Hijo, Jesucristo. No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. (Jn 15.16)
Santiago nos dice que debemos ser hacedores de la Palabra de Dios, con humildad y pureza de corazón recibirla, para que se vivifique en nosotros y llegue a muchos otros. Que la fuerza de cada Palabra y cada mensaje produzca un ruido fuerte que estremezca los corazones de aquellos que aún no han sentido el sonido rítmico del aleteo de la Verdad de la Palabra de Dios. Una característica del ser humano es que su actitud no miente, ella refleja si hay vida o muerte en él, y el testimonio de un creyente debe ser como la "danza rítmica de estorninos", acompasado con la Palabra de Dios, porque de lo contrario, "...sería como un espejo; te ves a ti mismo, luego te alejas y te olvidas de como eres" (Sgo 1.23)
El espejo tiene una notable capacidad para decir la verdad, no miente, y si no reaccionamos frente a él para hacer cambios es porque vivimos conformes con lo que vemos, sea bueno o malo, es lo que nos tocó, al final "te olvidas de como eres" o lo que quieres ser. Si queremos crecer en la fe, debemos hacer un alto, y escuchar atentamente "prontos para oír". Con actitud de escucha activa, oídos dispuestos y la boca cerrada, "tardos para hablar", concentrados en la voz del Maestro, en lo quiere decirnos HOY. Así encontramos los manantiales de vida en la Palabra de Dios y beberemos de su esencia hasta saciar nuestro corazón y todo nuestro ser. Siguiendo los pasos de Cristo danzaremos rítmicamente en Su Verdad. " ...la pones en práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios bendecirá tu obediencia" (Sgo 1,25).
*** Gracias, amado Señor, por traer a nuestras vidas tu Palabra. Con un melodioso sonido, la pones en nuestro corazón, la dejas allí para que germine y dé fruto. Ayúdanos, Soberano Señor, a disponernos para recibirla y a vivirla conforme a tus deseos, para producir frutos de verdad con los cuales te complazcas. Aleja de nosotros el "ESTO ES TODO" y enséñanos a detenernos a escucharte, a disfrutar el tiempo que pasamos aprendiendo contigo y a ponerla en práctica cada día. Así todos sabrán acerca Aquel que con un suave murmullo nos cautivó y transformó nuestra vida para Su gloria. En el nombre de Jesús. Amén
"Escucha las instrucciones de Dios y guárdalas en tu corazón". (Job 22.22)
A mi amado Maestro, que todas las mañanas ilumina mi vida con Su melodiosa Palabra, sea la honra y la gloria. Amén
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