Existen muchas cosas y lugares con sus particulares se encuentran distribuidos a lo largo del planeta. Algunos lugares podrían considerarse maravillas de la naturaleza, por ser sorprendentes y nada convencionales. Uno de ellos es La Fosa de la marianas, en las Islas Marianas en Filipinas, el cual se ha convertido en el lugar más profundo del planeta. Tiene una profundidad de más de 11.000 metros bajo la superficie terrestre.
Conocido también como el Abismo Challenger, en honor al barco de la Marina Real Británica HMS Challenger, quien colaboró con su descubrimiento en 1875. Con 4 grados de temperatura y una oscuridad total, puesto que debido a su profundidad la luz solar no alcanza a llegar hasta el fondo de él. Se ha considerado como el centro del planeta o infierno. Más de 1000 atmósferas, casi 4 grados y la oscuridad total hace de la fosa Challenger un lugar difícil de explorar, como difícil de habitar. Vida se ha encontrado, pero muy escasa, como xenofióforos, microorganismos especializados en vivir en condiciones extremas. Pero lo que sí habita en abundancia es gran cantidad de contaminación humana, plásticos, y deshechos que son arrastrados allí por las corrientes de agua.
"y echando la sonda, hallaron veinte brazas; y pasando un poco más adelante, volviendo a echar la sonda, hallaron quince brazas"(Hch 27.28)
Se debe tener en cuenta que la longitud de esta zona natural tan solo es una aproximación, su exactitud es variable puesto que está sujeta a las distintas modificaciones, ya sean naturales, como a la influencia del ser humano quién altera los valores al convertirse en agente contaminante, cuando tira residuos al mar. A comparación, si lo podemos decir de esta forma, LA PROFUNDIDAD del amor de Dios es inestimable, va más allá de nuestra imaginación, percepción, cálculos. Dios desea que ROMPAMOS LAS BARRERAS que nos limitan y nos adentremos a Sus profundidades para conocer la longitud de Su amor, "Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando es demasiado grande para comprenderlo todo,..."(Ef 3.19a)
Él quiere que conozcamos, recibamos y vivamos ése amor. Independiente de Su tamaño, desea que seamos parte de él, y que hagamos de Su amor el oxígeno que necesitamos para habitar en este mundo. "...Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he escogido de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece"(Jn 15.19). De esta manera lo experimentáremos en nuestra vida con total plenitud. Gozarnos en Su amor, y disfrutarlo son bendiciones que Dios nos da al corresponder a Su llamado, "...Entonces serán completos con toda la plenitud de la vida y el poder que proviene de Dios" (Ef 3.19b).
Dios no tiene límites, pero como dicen por ahí, "los límites los pones tú", cuando cerramos la mente y el corazón para recibir Su amor, manifestado en Cristo Jesús. Él quiere ir más allá de nuestra propia limitación, traspasar los umbrales de nuestros prejuicios, temores e inseguridades. Más allá de nuestra propia profundidad cuantificable, maleable y ajustable por lo que sentimos, somos y recibimos del mundo exterior, y darnos más de lo que pedimos. Él puede darnos mucho más de lo que nuestro escaso deseo anhela, y llevarnos a lo inimaginable. "... Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque YO HE VENCIDO AL MUNDO"(Jn 16.33b). Sin mirar las posibilidades, circunstancias, solo debemos CREER Y CONFIAR, y navegar dentro de Su mar infinito,¡YO HE VENCIDO EL MUNDO!.
No debemos temer a "descender" a la profundidades de Su amor, que nada nos detenga, y con la mirada al frente siempre, sin desviarnos proseguir, "Mira siempre hacia adelante, fija tu mirada en lo que está frente a ti. Fíjate bien dónde pones los pies y todos tus caminos serán seguros. No te desvíes a ningún lado, aparta tu pie de la maldad"(Pv 4.25.27). Para así descubrir con nuestros propios ojos, que allí si hay vida, vida con propósito, con sentido que da Dios, porque está la Luz que alumbra las tinieblas, Cristo. "La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla"(Jn 1.5).
La LUZ, siempre ha estado, la oscuridad llega por la ausencia de Luz, sin Cristo hay tinieblas. Él es la Luz que siempre ha estado ahí, y que nosotros no le permitimos brillar por estar sumergidos en las profundidades de las tinieblas. Como en el abismo Challenger, los organismos beneficiarios de la luz del sol son los que están más cerca de la superficie, y el sol los puede abrazar con su calor. Cristo nos puede abrazar, alumbrar si estamos junto a Él, y si creemos y confiamos que Su Luz inmensurable, inextinguible, inmedible, nos cobijará. Allí nos refugiáremos, bajo la sombra de esta Luz, y Él con Su amor nos llenará de paz, "PAZ QUE SOBREPASA A TODO ENTENDIMIENTO", PORQUE NOS AMA, y desea lo mejor para nosotros. "Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza"(Jr 29.11)
"Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo"(Sgo 4.8)
Debemos descartar de nosotros, el ser cristianos nominales, de nombre, o simples religiosos que siguen a Dios por repetición. Debemos ser reales, auténtico, con fe y convicción estar seguros que el Señor nos llevará a lugares que no imaginamos, pero que allí encontraremos lo que nada ni nadie nos dará, verdadero amor. No ese que busca nuestra carne, ni el limitado que nos ofrece el mundo, ni el que nos llena de ansiedad por no tenerlo, o aquel que buscamos en lo que nos rodea. El que vive y conoce el amor de Dios, se da cuenta que no hay otro amor igual, real, tierno y sublime. No tiene competencia, es incomparable. Tan profundo que sobrepasa los cielos, el mar y la tierra en toda su plenitud."Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces"(Jr 33.3)
Medir el abismo Challenger ha sido difícil, aún así tenemos un dato aproximado de su profundidad, sabemos que tiene una medida determinada. Pero, medir la longitud, anchura, altura y profundidad de un amor tan maravilloso como el Dios, no podríamos hacerlo, pero sí podemos ver tal grandeza en lo vivido por Jesús en el Calvario. Allí encontramos la muestra del amor de Dios por nosotros. Si en nuestra inquietud mental deseamos un dato del amor de Dios, solo basta mirar la CRUZ, cuatro direcciones, cuatro medidas. Anchura, todo lo abarca; Alto, como para llegar al cielo para interceder por nosotros; Largo, eterno e infinito; Profundo; como para alcanzar la oscuridad de todo pecador. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna"(Jn 3.16)
HOY, el Señor nos llama a no ser menguados en la búsqueda de Su amor. Nos llama ir más allá de nosotros mismos, de nuestras expectativas y de la de otros; Nos llama a ROMPER LAS BARRERAS que nos separan de Su amor, y a poner la mirada en Él, y caminar en una dirección, hacia Él, para así conocer el universo indeterminado, maravilloso que es Su conocimiento, Su Verdad, Su Palabra. A retribuir el amor que Él nos da con cada acción nuestra que lo glorifique; A contarle a otros lo que ha hecho este amor en nuestra vidas.
HOY, el Señor nos invita a nadar en la profundidades de Su amor, sin temor, vergüenza o incredulidad. Tomados de Su mano nos llevará cada vez más profundo. Allí donde hay libertad, donde hay paz, y donde hay gozo, a pesar que las circunstancias nos digan qué debemos llorar. Una nueva vida nos dará cada vez que avanzamos en este recorrido. La oscuridad que no nos dejaba verlo, será tan solo un vago recuerdo, porque Su Luz la extinguirá. Así, con total confianza, amor hacia Él, y fe, podamos decir, "Oh Padre justo, el mundo no te conoce, pero yo sí te conozco; y estos discípulos saben que tú me enviaste.Yo te he dado a conocer a ellos y seguiré haciéndolo..."(Jn 17.25-26).
*** Amado Señor, Grandioso Dios, Tu Perfección y grandeza, me deja sin palabras. Tu conocimiento y Tu amor inmensurable son tan grandiosos que ni estas letras o mi voz podría dimensionar tal maravilla. Como un océano que nadie puede alcanzar, o el cielo que nadie puede tocar es tu amor, pero aún así me llamas, sin tener en cuenta mis imperfecciones, para que lo conozca; Me invitas a vivir este amor; Me sirves una mesa solo para que me deleite y me goce en él. Gracias Señor, por permitir que la Luz venga y aclare las tinieblas de mi vida, por enseñarme que Tu Luz siempre ha estado cerca de mí, pero era yo quien cerraba el paso para que entrara. Gracias, porque con tu abrazo de Padre, me presentaste a Tu Hijo, ¡Qué gran Abrazo! Padre Amado, porque fue Él, allí en esa cruz, quien me mostró el tamaño de Tu amor. Ayúdame a tener los ojos puestos en ella, para no perderme en las corrientes del océano de la vida, que con sus deshechos no dejan que vea la profundidad de tu amor por mí.
Conduciré a los ciegos por caminos desconocidos,
los guiaré por senderos inexplorados;
ante ellos convertiré en luz las tinieblas,
y allanaré los lugares escabrosos.
Esto haré y no los abandonaré. (Is 42.16.17b)
"A quien me amado con amor desmedido, desde siempre, sea el honor y la gloria, por siempre. Amén. (Ef 18.20-21)
ALABANZA: "TAN PROFUNDO"
"El amor de Dios es ilimitado e incondicional, Dios puede llegar mucho más allá de lo que ves"(Gracia)
*** Que el santo Espíritu de Dios te lleve a sumergirte en el océano inmensurable de Su amor.
No eres tú, SOY YO "La sequía había llegado, y con furor, al pequeño pueblo donde vivía la tortuguita Josefa. La falta de comida y agua debilitaba a sus habitantes cada día más. Una mañana, Josefa despertó y, decidida salió en busca de provisiones. En el camino que lleva a la arboleda, se topó con un animado grillo. "¿Por qué estás tan feliz cuando todo está mal?" le preguntó. "No hay razón para no estarlo", le replicó. ¿A dónde vas? preguntó un tanto burlón. "Necesitamos provisiones, no sé qué hacer". El grillo con sarcasmos, pues tenía problemas con la comadreja, dijo:"¡Sé dónde las encontrarás!". Caminaron por un trecho, hasta una pequeña cueva. Mamá comadreja distraída, alimentaba a sus hijos. A la entrada de la cueva había dejado algunos troncos de bambú con agua y pequeñas frutas recogidas antes de que llegara el ardiente verano. Josefa, con aires de grandeza, al ver tal tesoro, se acercó y, sin pensar tomó todo y huyó. A casa llegó co...
"... -No tengan miedo -dijo-. ¡Tengan ánimo! ¡Yo estoy aquí!" (Mt 14:27) CALMADOS EN LA TORMENTA La relación entre masa y superficie es la que interfiere en la posibilidad de que los seres vivos puedan caminar sobre el agua. Según algunos estudios de probabilidades, para conseguirlo se requiere alcanzar una velocidad superior a 100 km/h. El ser humano, según datos especializados, más no concluyentes, su velocidad promedio máxima podría ser de 64km/h. Aunque se descubren nuevas formas de optimizar la producción de energía y fuerza que supere esta medida, no hay forma de lograrlo, hasta el momento. En realidad, la lucha por alcanzar grandes velocidades ya no sería caminar, sino lograr velocidades ultramaratónicas, algo para lo que el ser humano no fue diseñado. En el reino animal, el guepardo puede alcanzar hasta 120 km/h por un corto tiempo, pero su peso no le favorece sostenerla. El récord se lo lleva el halcón peregrino, al que se le han cronometrado 324-384 km/h, velocidad ...
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