RECONOCIMIENTO EFECTIVO

Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas (Pv 3.6)

RECONOCIMIENTO EFECTIVO

"RE", prefijo que significa "de nuevo". Etimológicamente RE, y "cognösco", "saber, tener noción" (latín), y "lo", utilizado como pronombre. Este es el origen de la palabra RECONÓCELO. Entonces "reconocerlo" es un verbo imperativo que indica una acción desplazada hacia alguien. Un comportamiento que viene generado de una actitud, que se fundamenta en el VER. Cuando hay una actitud displicente ante algo, ese algo puede estar frente a nuestro ojos, lo vemos pero no lo percibimos, y se hace irrelevante. Se mira pero sin observar claramente, entonces lo pasamos por alto. ¿No te dije que si crees VERÁS la gloria de Dios? (Jn 11.40)

Muchos niños que presentan dificultades de conducta, en varios casos, ellos buscan llamar la atención. Tan solo desean ser vistos y aún más importante, reconocidos, independiente de sus limitaciones. Re-conocer, es ver más allá, establecer contacto físico, directo con el otro. Un niño al ver que sus padres establecen canales cercanos de comunicación, abrazan, dialogan, comparte, mantendrá una actitud más dócil, complaciente, se mantiene motivado. VER, es detenerse para conocer, profundizar. Es frenar el correr diario y fijar la atención en aquellas personas que necesitan reconocimiento efectivo, esto implica CONOCERLO. Niños que crecen sin ser vistos con detenimiento, son niños que pedirán a gritos ser reconocidos, y ya adolescentes, continuarán esta demanda haciendo lo que no deben para lograrlo.

"El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor;
conocer al Santo es tener entendimiento" (Pv 9.10)

"RECONÓCELO EN TUS CAMINOS", al igual sucede en la vida cristiana, como hijos de Dios. Las Escrituras hablan de ello, "Si alguien RECONOCE que JESÚS es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios" (1Jn 4.15), en donde el Señor nos exhorta a CONOCERLO para así RECONOCERLO, tanto su naturaleza, el Cristo el Ungido, el Santo; como en Su identidad, EL HIJO DE DIOS; y circunstancia, el Todopoderoso, soberano, Creador, donde todo descansa. 

Él tiene dominio y potestad sobre lo que creó, y nada es imposible para Él. Este conocimiento lleva a otro nivel, a saber cuál es Su propósito con cada uno de nosotros, a conocer Su Palabra y obedecerla. Allí está Su voz viva y eficaz que nos enseña, guía, alienta y corrige. Esto es un verdadero RECONOCIMIENTO EFECTIVO de Jesús. El apóstol Pablo se lo dijo al joven Timoteo: "Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que INTERPRETA la palabra de verdad" (2Tm 2.15)

No podemos quedarnos simplemente en VER, porque muchas cosas vemos pero no detallamos ni reconocemos su esencia. Parados a la distancia por librarnos de las responsabilidades nos hacemos superficiales. Esta actitud limitada, poca esforzada llevaría a tener una fe escasa, corriente, la cual no cumpliría el propósito de Dios, "Hijo mío, no te olvides de mi ley" (Pv 3.1). RECONOCERLO, nos llevaría a examinar, escrutar, observar con detenimiento Su Palabra. Debemos ir más allá de lo que comúnmente se hace, para que nuestro reconocimiento sea efectivo, y cumplamos Su voluntad que es hacer de Él el centro de nuestra vida. 

Confiar en Cristo de todo corazón, es el acto de humildad más grande, donde la fe es puesta por encima de cualquier deseo personal. Con la mirada fija en nuestro Hacedor, hemos decidido desplazar todo aquello que obstaculiza nuestra visión, lo que nubla el entendimiento, y lo que frena el caminar. Reconocemos que en ningún lugar, persona, cosa encontraremos lo que Cristo nos ofrece. Ya que el Señor es insuperable e inigualable, nos promete tesoros eternos que solo Él puede dar, los pone en nuestras manos cuando lo aceptamos y nos comprometemos a vivir según Su Voluntad. "Confía en el Señor con todo tu corazón;  no dependas de tu propio entendimiento." (V5)


En Juan 1.49, podemos ver el reconocimiento que hace Natanael, "...,Rabí, Tú eres el hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel". Pero, aún antes, el Señor ya lo había reconocido. Natanael había sido visto por Jesús "—¿De dónde me conoces? —preguntó Natanael. Jesús respondió: —Antes de que Felipe te llamara, cuando aún estabas bajo la higuera, ya te había visto. (V48)

"Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, comentó: —Aquí tienen a un verdadero israelita en quien no hay falsedad" (V47). El Señor conocía el corazón de Natanael, aún sin hablar con él. Es común, casi instintivo, que el ser humano cuando corre a hacer el mal, y peca en contra de Dios, viola sus principios, busca esconderse. Adán y Eva lo hicieron, "...y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto" (Gén 3.8). La oscuridad o el lugar más oculto es su lugar apropiado, allí se resguarda de los ojos del mundo, ¿Pero cómo podrá esconderse de los ojos de Dios?. El Señor lo sabe todo, conoce cada movimiento de lo que creó. 

"Los ojos del Señor están en todo lugar, vigilando tanto a los malos como a los buenos" (Pv15.3) El Todopoderoso, omnipresente Señor, sabe cada paso que damos y cada pensamiento nuestro pasa frente a Él. Nos conoce, sabe quienes somos, cada situación, palabra, acción no le es desconocida.  Nada hay que hagamos en secreto, porque todo está revelado ante Sus ojos. "¿Dónde puedo esconderme de tu espíritu? ¿Cómo podría huir de tu presencia? (Sal 139.6)

JESÚS nos ve, nos reconoce siempre, esto es totalmente cierto, pero nosotros estaremos en la misma posición, Nuestros ojos lo ven, y se detienen a reconocerlo, a admirar Su belleza y Grandeza; A exaltar su poder y magnificencia; Nuestros ojos no pasan de largo, sino que  buscan Su mirada cada mañana, tarde, noche; Su nombre es digno de adoración y honra en nuestra boca y acciones. Natanael lo reconoció "RABÍ TÚ ERES EL HIJO DE DIOS;..."

Cuando esto sucede en nuestras vidas, reconocemos a Jesús de la misma forma que lo hizo este hombre, la gloria de de Dios llega a nosotros, "Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? (Jn 11.40). La mano de Dios será nuestra compañía y protección, nos protegerá y proveerá como lo hizo con Su pueblo en el desierto, se lo dijo a Natanael. "....¡Vas a ver aún cosas más grandes que estas!" (V50b)

"...—Les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, 
y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre" (V51)

"Cosas mayores que estás que estás verás" Si, el Señor HOY nos llama a detenernos, frenar la carrera por la vida, a cerrar y dosificar todo aquellos que nos aleja de Su mirada,  a cambiar de dirección los ojos, y detenernos a mirarlo y reconocerlo como el HIJO DE DIOS, que vino a darnos un nueva vida. RECONOCERLO es tenerlo en cuenta en cada plan, decisión, actividad que hagamos, así sea lo más mínimo, porque aún ese pequeño detalle en Sus manos, traerá cosas más grandes. Tener una relación continua y estrecha con Jesús, es saber que de Él dependemos para dar solución al día a día. "Pero benditos son los que confían en el Señor  y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. Son como árboles plantados junto a la rivera de un río con raíces que se hunden en las aguas...Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto. (Jr 17.7,8b)

El Señor usa esta figura como modelo de enseñanza. Un árbol a la orilla de un río,  está en un lugar apropiado para permanecer. Los embates del viento no le harán daño, la humedad del suelo lo llevará sus raíces a las profundidades de la tierra para afianzarse y mantenerse. No sufrirá por la sequía, ni el sol lo lastimará. Asimismo, Dios en su infinito amor y gracia, será quien nos sostenga, fortalezca y prepare cada día para levantarse con más fuerza y dar frutos de Su amor y gracia. "Pon en manos del Señor todas tus obras y tus proyectos se cumplirán" (Pv 16.3)

HOY, El Nuestro Padre nos llama a vestirnos de obediencia, al cumplir Sus mandamientos. Como Sus hijos, nos exhorta a ser fieles, a seguir limpiamente Su senda. "...Teme a Jehová, y apártate del mal" (Pv 3.7b). Esto nos traerá grandes beneficios, "Si así lo haces, vivirás muchos años, y tu vida te dará satisfacción" (V2). 

Este "temer", es darle honra, glorificarlo. Entrar en total sumisión y respeto, es tener una vida agradable a Él. Cuando caminamos en Su dirección, sin vacilar, Él se encargará de enderezar, guiar nuestros pasos, quitará todo obstáculo, como también nos capacitará para tomar decisiones correctas, aquellas que se alineen con Su voluntad. A menudo la autosuficiencia no permite que Dios actúe, porque nuestras estrategias de solución excluyen a Dios, pero como Sus hijos debemos poner nuestra plena confianza en Dios, como Padre Celestial, quien nos conoce, por ende se encargará de Todo, porque nada es imposible para Él. "Entonces tendrás tanto el favor de Dios como el de la gente, y lograrás una buena reputación" (V4)

***Amado Señor, Perfectas son tus obras, Todo lo que viene de Ti es perfecto. Grande es Tu poder como grande es Tu misericordia. Sé quién eres Tú, El Hijo de Dios, Señor de Señores y Santo de Israel. El Único Dios, y Soberano Rey. El-Roi, el Dios que me ve, y que me conoce. Aquel, que un día, decidió revestirse de humano y venir a esta tierra, Su tierra, para tocar a la puerta de mi corazón. Sin desfallecer esperaste a que la abriera para cambiar la historia de mi vida.  Ayúdame Señor a reconocerte siempre, como el Shaddai, el Todopoderoso Señor, Mi Dios. Abre mis ojos y convierte mi corazón en un lugar habitable para Ti, y que mis caminos sean de honra para Ti. Llena cada espacio de mi ser con Tu Luz admirable, para que mi boca pueda gritar con alegría, "—¡Hosanna al Hijo de David! —¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! —¡Hosanna en las alturas! (Mt 21.9) 
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!

"Por la mañana hazme saber de tu gran amor, 
porque en ti he puesto mi confianza. 
Señálame el camino que debo seguir,
 porque a ti elevo mi alma. (Sal 143.8)


A mi amado Señor, Hijo de Dios, JESÚS, quien vino a darme vida, vida en abundancia, Sea lo gloria y honra, Siempre. Amén


ALABANZA: "SÉ QUIÉN ERES TÚ"
"Reconocer a Jesús, es saber que sobre Él descansa todo poder y autoridad" (Gracia)

*** Que el Espíritu de Dios descubra tus ojos para que reconozca que no hay nadie igual como Jesús.

Reconócelo HOY,
 y acepta a Jesús como Tu Señor y Salvador ,
y serás parte del remanente escogido,
pueblo santo,
 que verá el rostro de Dios.


Dios te bendiga.



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