¿QUIÉN SOY YO?

 Y la manera de tener vida eterna es conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste a la tierra. (Jn 17.3)

¡Presta atención! ¡Se te habla y te haces el que no escuchas!, es el llamado de atención para algunos niños que cuando se les habla no atienden, no entienden o no escuchan. La inatención se asocia con la distracción, más no son lo mismo. Aunque se asigna a niños que se les dificulta prestar atención, hay cierta diferencia entre las dos.

La inatención tiene  como característica el no poder prestar atención. Están ausentes, ensimismados y estos los hace descuidados, olvidadizos y negligentes. Más lo niños distraídos hace referencia  a aquellos que pueden concentrarse pero con facilidad pierden el interés y por eso pierden la concentración. Su centro de atención cambia rápidamente, porque cualquier estímulo externo lo hace perderla. La distracción con la cual batallan los niños, puesto que para ellos es frustrante,  en muchas ocasiones se debe a que el niño es inatento, presenta un déficit atencional.

Por tanto, es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que nos extraviemos. (Hbr 2.1)

El llamado de HOY, es a prestar atención a todo lo dicho, escrito y enseñado por Jesús. Que nada nos distraiga, y que nada nos cautive para así conocer la esencia del mensaje de Jesús. Los distractores son los que no permiten que valoremos la gran obra de amor que Jesús hizo por nosotros. El cual vino con un propósito, su misión fue clara desde un inicio, para nada se distrajo o permitió que los muchos distractores terrenales lo desviaran, con una cosa en mente puso los pies sobre la tierra, pero nada lo alejó de su objetivo que era el PLAN DE SALVACIÓN.

Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: ..." (Jn 17.1)

El preámbulo de esta oración maravillosa que hace Jesús Juan 17, muestra que cada palabra de suya no viene aislada, o a la ligera sin previo conocimiento. Cada mensaje viene concatenado desde mucho tiempo atrás, desde el inicio de la creación, y vigente para todo tiempo. Ni pasado de moda, ni obsoleto o añejo, pero si válido y verdadero. "Pero la palabra del Señor permanece para siempre»Y esta palabra es el mensaje de la Buena Noticia que se les ha predicado. (1P 1.25)

El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás. (Mt 24.35)

El Señor Jesús nos da a conocer cómo es la comunicación, la cercanía y relación con Su Padre. Esta oración deja al descubierto la pasión más grande de su corazón, nosotros.  Aunque Su oración inicia pidiendo por sí mismo, para nada se aleja del deseo de dar honrar a Dios sobre todas las cosas, de esta manera se prepara para ir al propósito de la oración.  "...Glorifica a tu Hijo para que él, a su vez, te dé la gloria a ti..." (Jn 17.1c)

A tan poco tiempo, el día antes de su muerte, y ante la culminación de su tiempo en la tierra, el Señor Jesús necesita preparar el camino, pero antes desea dejar seguros a quienes confiaron en Él. Además, Él les había prometido que no los dejaría solos e indefensos, siempre estaría con ellos, "No los dejaré huérfanos; vendré a ustedes." (Jn 14.18)

Orar por sí mismo es la preparación humana para lo que viene más adelante. Cuando se ora por si mismo se vacía el alma para poder estar en libertad de escuchar libremente la voz de Dios. Es el momento de decirle a Dios. "Aquí estoy, para que obres de la manera que quieras en mí". Como costumbre del pueblo judío en la oración es abrir los ojos, Jesús lo hacia y miraba al cielo, así expresaba su inquietud, lo mira frente a frente, Él sabe que Su Padre está ahí y lo escucha, el cielo estaba frente a sus ojos, su casa lo esperaba, pero necesita dejar todo en orden antes de regresar. "Yo te di la gloria aquí en la tierra, al terminar la obra que me encargaste." (V4)

Si, el Señor Jesús había trabajado incansablemente, expuso su mensaje, lo dio a conocer de todas las formas. Develó su naturaleza divina, con autoridad dada por Dios hizo milagros, reprendió demonios, sanó y levantó los muertos, al final hizo algo imposible de entender para la mente humana, centrada en el yo, en sí misma, intercambió Su vida por cada uno de nosotros, para salvarnos de la muerte eterna. Perdón, redención y salvación, SU MUERTE a cambio de nuestra LIBERTAD en Él, todo esto se resume en una corta palabra pero de significado grande, AMOR. "porque les he transmitido el mensaje que me diste. Ellos aceptaron el mensaje y saben que proviene de ti y han creído que tú me enviaste." (V8)

El amor por cada uno de nosotros fue lo que lo motivó a hacerse hombre, y venir a habitar en medio de nosotros, a dejar Su investidura divina, y asumir nuestra culpabilidad. "A lo suyo vino,..." (Jn 1.11a). Vino y cumplió su propósito, lo que estaba escrito desde el comienzo de los tiempos. Lo hablado por los profetas, y descrito en toda Su genealogía. Él no vino de sorpresa, todo había sido expresado, ahora se hacía realidad, aunque, "y los suyos no le recibieron" (Jn1.11b). Pero, a los que me diste de este mundo." (Jn 17. V6), aaquellos que escucharon, creyeron y recibieron cada Palabra salida de Su boca, y la hicieron  suya, vida en su corazón, a esos se les dio la entrada a la Gran Familia de Dios, "a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos HIJOS DE DIOS;" (Jn 1.11c)

Sin embargo, la oración de Jesús no centró sólo en sí mismo, tenía otro objetivo central, INTERSECCIÓN. Jesús ora por sus descípulos presentes, como también por nosotros, por quienes han decidido aceptarlo como el enviado, el Hijo de Dios, el Mesías Salvador. Hasta ese momento ellos habían sido beneficiarios de Su presencia visible, de su ayuda directa, de su compañía humana, pero todo esto ya iba finalizar. Aunque Dios todo lo sabe, el Señor Jesús le expresaba el cumplimiento de su objetivo en la tierra. Su tarea de dar a conocer el mensaje estaba hecha, solo faltaba la parte que cerraría su misión terrenal, MORIR. "Te he dado a conocer a los que me diste de este mundo. Siempre fueron tuyos. Tú me los diste, y ellos han obedecido tu palabra." (V6)

Es la CRUZ, el centro y el emblema del amor. Fue allí donde se manifestó la Gracia sublime de Dios. Ni obligado, ni por temor. Jesús voluntariamente entregó su vida, como un criminal, por nosotros. Esta es la muerte sustitutiva, única e incomparable, de alguien para el beneficio de otros. Ya Jesús lo había hecho todo, pero le inquietaba partir y dejar a los suyos inmersos en un mundo contaminado, violento. "Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son," (V9)

Y no es que Jesús no intercede por el mundo, en muchos pasajes el aboga por ellos, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."  (Jn 3.16). Es más, Él vino por ellos, pero no todos escucharon y obedecieron, AHORA JESÚS ruega por los que si creyeron, escucharon y siguieron su caminar; Por los que HOY han decidido  conocerlo y han hecho del evangelio de Jesucristo vida; Por aquellos que muestran a Cristo resucitado en cada acción cotidiana; Se deleitan por estar en Su Presencia y reconocen que Jesús es suficiente y no necesitan dioses falsos, de mentiras, no necesitan recurrir a nadie más, porque Jesucristo basta. "Al igual que yo, ellos no pertenecen a este mundo. Hazlos santos con tu verdad; enséñales tu palabra, la cual es verdad." (V 17-18)

No es algo maravilloso, y más para aquellos que no se sienten amados o andan corriendo tras alguien que los ame, buscando y comprando amor dónde se sea, mendigando amor cuando tienen el amor más grande y sublime que un ser humano puede tener. Para aquellos que se consideran insignificantes, sin valor e inmerecedores de ser amados, descubrir HOY, que existe alguien grandioso, majestuoso, excelso, que muestra su inigualable amor, al interceder por cada uno de nosotros. Que le importamos grandemente y que nos da valor especial, nos pone en lo alto sin juzgarnos. HOY somos el centro de la conversación entre Jesús y Su Padre. A pesar de que somos un depósito de pecado, sin el más mínimo arrepentimiento, inmerecedores, pero Él no se limitó a ofrecernos Su amor como lo hace el ser humano cuando Él le dice "¡Ven, Sígueme! (Lc 9.59a). Definitivamente el amor de Dios tiene una marca especial, GRACIA.

Y este amor no nació durante el período de tiempo de Jesús en la tierra, se gestó desde mucho tiempo atrás, desde "antes de la fundación del mundo", (Ef 1.4), nuestros nombres ya estaban escritos. "Antes de que yo te formara en el vientre de tu madre, ya te conocía. Antes de que nacieras, ya te había elegido..." (Jr 1.5)Antes de conocer el nombre JESÚS, Él ya nos conocía, ya sabía nuestros nombres, ¡Fantástico!. Aquí podemos ver el sentido de esta palabra, "Porque muchos son llamados, y pocos escogidos" (Mt 22.14). 

La pregunta sería: ¿Tú estás entre los llamados o los escogidos? Tu selección es ¿Mundo- HIJOS DE DIOS?. El Gran Maestro estaba dando una calificación alta de Sus descípulos, su concepto era el mejor. "A LOS QUE ME DISTE del mundo les he mostrado quién eres. ELLOS ERAN TUYOS y tú me los diste y ellos han obedecido tu palabra." (V6). Intercedía por ellos, pero más adelante vemos que no solo eran ellos, nosotros formábamos parte de esta petición. El Dios eterno, intercedía por nosotros también. "No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos." (V20)

Con amor eterno te he amado; (Jr 31.3b), Desde el principio hasta el fin, el Señor nos ha amado y nos ama. No por lo que somos, Él tal como somos nos ama, sino porque Su naturaleza es amor, y no puede dejar de ser lo que es. Su amor es ilimitado, y no tiene fecha de vencimiento, y nos llama para hacernos partícipes de ese amor, nos llama para que los conozcamos y vivamos Su amor. Para que lo disfrutemos y mostremos a otros el inmenso amor que Él nos da. 

HOY, el Señor nos dice que si nuestro corazón ha sido lastimado por falta de amor, que Él es la fuente de amor y que solo tenemos que abrir nuestro corazón para recibirlo y deleitarnos en Él. Eres Su tesoro, Su piedra preciosa, la perla de gran valor, el Anhelo de Su corazón, pero este amor debe ser recíproco, para esto debes hacer lo mismo. Disfruta del Amor de CRISTO, que Él se deleita contigo.

*** Gracias Amado Señor, por permitir que yo reconozca que tengo el más Grande Abogado, que intercede por mí en todo tiempo. Que me amas incondicionalmente, y este amor se vio reflejado en una Cruz. Allí, sin merecerlo, dejas grabada, con tinta indeleble, la prueba de Tu amor por mí. Como no amarte, Gloriosos Redentor. Cómo no alabarte y darte honra Eterno Salvador, Si mientras yo saciaba mi naturaleza humana, Tú, Bendito Dios, me defendías ante el Padre, entregabas Tu vida por mí, y vaciabas hasta la última gota de sangre para limpiarme y  librarme  de la muerte eterna. ¿QUIÉN SOY YO? para que me ames así. Perdóname Señor, por cerrar mis ojos, oídos y  mi corazón a la Verdad. Enséñame a amarte incansablemente, y verte siempre, cuando abro mis ojos cada mañana y me saludas con el brillo de la aurora de cada día, y a sentirte cuando mi corazón palpita agitadamente cuando estoy en Tu Presencia. Te amo Redentor de mi alma.

"Yo te he dado a conocer a ellos y seguiré haciéndolo. Entonces tu amor por mí estará en ellos, y yo también estaré en ellos". (Jn 17.26)

A mi Maravilloso Dios, que me ha amado desde siempre, sea la Gloria y Honra, SIEMPRE. Amén"

ALABANZA: "TAL Y COMO SOY"

"A pesar de lo que soy, tu anhelas mi corazón " 

*** Que el Espíritu de Dios te lleve a la fuente de AMOR, Cristo.


"Clamé: «¡Me resbalo!»,
    pero tu amor inagotable, 
oh Señor, me sostuvo. (Sal 94.18)


NO  hay justificación para decir: "¡Nadie me quiere".
CUANDO DIOS TE AMA


Dios te bendiga.

Comentarios

Entradas populares de este blog

EN FALSO

BORRÓN Y CUENTA NUEVA

EN BLANCO