SIEMBRA AHORA,


"....Les encargué que vayan y produzcan frutos duraderos, así el Padre les dará todo lo que pidan en mi nombre" (Jn 15.16)

SIEMBRA AHORA, RECOGE DESPUÉS 

La vid es una planta de tronco retorcido y leñoso, de ramas flexibles que pertenece al género de las trepadoras. El tronco soporta los brazos y los pámpanos, quienes tienen las hojas, los racimos y las yemas. La ramas o brazos son los encargados de soportar la vegetación, flores y frutos. Los ramas más jóvenes se llaman pámpanos y de ellos brotan otros más pequeños llamados nietos. Cuando estos pámpanos envejecen se les llama sarmientos. El fruto de la vid se forma como pequeñas bayas o uvas las cuales se utilizan para la elaboración del vino y de otras formas.

De Egipto trajiste una vid;  expulsaste a los pueblos paganos y la plantaste. Le limpiaste el terreno, y ella echó raíces y llenó la tierra. (Sal 80.8.9)

En el Antiguo Testamento la vid representaba el pueblo de Israel, quien fue liberado por Moisés bajo la orden de Dios, de la opresión egipcia, "De Egipto trajiste una vid". Esta "vid" fue guiada, enseñada y conducida por la aridez del desierto hacia nuevas tierras, PERO la desobediencia, la idolatría y la falta de agradecimiento, el querer hacer su voluntad hizo que pasaran muchos años caminando en círculo sin vislumbrar esas tierras que manan leche y miel, según lo prometido por Dios. "El Señor le dijo a Moisés: «Váyanse, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto. Suban a la tierra que juré dar a Abraham, Isaac y Jacob. A ellos les dije: “Daré esta tierra a sus descendientes”. (Éx 3.3)

Quien es guiado por su propia voluntad, es idolatra de sí mismo. En esta posición se elude a Dios de la vida y levanta altares en su propio nombre. Si no se escucha a Dios, Él no está en nosotros, así se vive un creer bajo la línea de la ficción, de lo fantástico, y Dios es REAL, tan real como Su Palabra. Al final no hay cumplimiento de promesas, no hay bendición, "Suban a la tierra donde fluyen la leche y la miel. Sin embargo, yo no los acompañaré, porque son un pueblo terco y rebelde. Si lo hiciera, seguramente los destruiría en el camino". (Éx 3.6)

A veces el sentido de la comodidad está tan ajustado a nuestra conveniencia, creyendo que es fácil manipular el pensamiento y los actos de Dios, y que jugar con Sus principios no trae consecuencias, "No se engañen. Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará (Gál 6.7). La "vid" de Dios, su pueblo, "y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres." (Is 5.2b), pasó a ser una vid sin frutos buenos. Sus frutos eran amargos nada provechosos, por tal motivo las consecuencias fueron irreversibles. Dios es fiel a Su palabra, y establece juicio para quien deshonre su Santo Nombre, "No entrarán a ocupar la tierra que yo juré darles, excepto Caleb, hijo de Jefone, y Josué, hijo de Nun. (Núm 14.30).

"YO SOY LA VID VERDADERA, Y MI PADRE ES EL LABRADOR" (Jn 15.1)

La venida de Jesús a la tierra cambio todo. En el Nuevo testamento este modelo cambio, Jesús pasó a ser la VID, y Dios como Labrador se encargó de quitar todo aquello que no diese frutos, "Él corta de mi toda rama que no produce..." (2a). Para dar frutos de verdad, como creyentes y pertenecientes a la iglesia de Jesucristo, tenemos una condición principal, CREER y PERMANECER, estar en comunión constante con Dios. Adheridos como pámpanos a la rama principal estaremos en condiciones de dar los frutos del Espíritu. "Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí." (V4b) 

A menudo se tiene la creencia que CUMPLIR es a lo que estamos llamados, pero esto no pasa sino a ser un relleno para ajustar nuestra voluntad con el deseo de Dios, llevando al hacer más por esperar algo a cambio que por obedecer el mandato Su mandato. Como también, al desgaste de la poca fe que se tiene, para emerger el cansancio espiritual. 

Vivir en el Espíritu es hacer de la vida cristiana una actividad constante; Donde debe haber permanente reciprocidad entre Jesús y nosotros, teniendo Su Palabra como "lumbrera en nuestro caminar". Viviendo la vida adheridos a la rama, sujetos a Cristo, no tendremos pierde. "Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes" (V4). Donde cada Palabra salida de la boca de Dios debe ser rema para nuestra vida, la que guiará cada decisión, inquietud. Será nuestra inspiración y la que mueve nuestro caminar. "Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá,...así será la Palabra que sale de mi boca; no volverá vacía,..." (Is 55.10a,11a)

De tal manera que si Su Palabra permanece en nosotros, en nuestro corazón, mente y es la que delinea nuestro caminar diario, podemos dar frutos de Verdad, porque estaremos sujetos a VID VERDADERA, permaneciendo así mostraremos las virtudes de Aquel que nos llamó de la muerte a la vida. "para que anuncien las virtudes de aquel que los ha llamado de las tinieblas a su luz admirable" (1P 2.9).

"Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.(V5)

Indudablemente a Dios no le agradan los términos medios, los que viven sujetos al mínimo esfuerzo o a los pámpanos que no dan fruto por temor a soltar las apetecibles sugerencias del mundo y sujetarse de la VID VERDADERA. Para el es TODO a nada, “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; ..." (V2a) Aquellos que admiten creer pero aún no se han liberado de su vida pasada, mantienen vínculos con sus apetencias, aún no han experimentado vida nueva,  y siguen deleitándose en su vida vieja, no están dando buenos frutos, sin resultados es evidente que no hay permanencia en Cristo, no hay frutos del Espíritu, no hay santidad, "El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden." (V6)

El Señor HOY nos viene a hacer la invitación más importante para nuestra vida, nos invita a sujetarnos a Él, a vivir aferrados y a permanecer adheridos a Su Palabra. Su Voz nos llama con insistencia para que seamos parte de la Vid Verdadera, y como sus pámpanos, lo escuchemos y obedezcamos Su Palabra fielmente. Una nueva vida inicia cuando soltamos lo que nos distrae y nos detenemos a a ver el Paso de Jesús por nuestra vida, cuando atendemos su llamado y decidimos vivir "pegaitos" a Él. Así estaremos seguros y como Sus hijos gozaremos de muchas bendiciones, "Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho." (V7)

*** Gracias Amado Señor, por darme la oportunidad de tener una vida nueva en Ti. Un nuevo comienzo sólo se vive cuando decidimos estar junto a Ti, disfrutando de Tu Presencia. Cerca a Ti estaré segur@ y viviré sumergid@ en el gozo, la paz y libertad que hace el  adherirme a la rama principal, LA VID VERDADERA, que eres Tu mi maravilloso Señor. Ayúdame Señor a dar los buenos frutos que esperas de mí, a sembrar cada día las semillas que me diste para esparcir, sė que de esta forma tendré grandes cosechas para tu honra y cumpliré tu propósito, dar a conocer las buenas nuevas de vida que es Tu Palabra.

"Así que por sus frutos los conocerán" (Mt 7.10)

A mi Gran VID VERDADERA, quien ama tenerme cerca de Él, sea la gloria y la honra. Amén

"
Un árbol siempre se conoce por sus frutos, y un verdadero cristiano  siempre será descubierto por sus hábitos, gustos y afectos" (J.C Ryle)

*** Que el Santo Espíritu de Dios descubra en ti lo que te aleja de la Vid Verdadera, y te lleve a  permanecer siempre junto a la gran rama Principal, Cristo.

Sigan unidos a mi , y yo seguiré unido a ustedes “ (Jn 15.4)

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