MUCHAS CARAS

Es cierto, ellos conocieron a Dios pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre Dios. Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión. (Rm 1.21)

MUCHAS CARAS

Poli, muchos y teísmo, dios. El politeísmos es la creencia en que existen múltiples dioses, a los cuales se les atribuyen poderes sobrenaturales para controlar el universo. Estos dioses, para algunos, no tan solo son muertos o inertes, sino vivos de los cuales, como creyentes y seguidores de Cristo, debemos alejarnos de estas falsas doctrinas puesto que perturba el camino y el propósito de Dios para nuestra vida. "Entonces Aarón tomó el oro, lo fundió y lo moldeó hasta darle la forma de un becerro. Cuando los israelitas vieron el becerro de oro, exclamaron: «¡Oh Israel, estos son los dioses que te sacaron de la tierra de Egipto!". (Éx 32.4)
 
Algunos les adjudican similitudes con Dios para hacerlos fiables, como también se les establecen distinciones en su manera de obrar entre unos de otros, o sea un dios para cada necesidad, lo cual los hace únicos. El hinduismo tiene más de 300 millones de dioses, sin embargo prevalece un dios supremo sobre los otros dioses, Brahmán, y Zeus para la antigua Grecia. En el tiempo de la iglesia primitiva, la mayoría de cristianos eran politeístas, creían en los dioses griegos, romanos, en los poderes cósmicos y adoraban algunos elementos de la creación, luna, sol, estrellas. "No se hagan ídolos, ni levanten en su tierra imágenes talladas ni columnas sagradas ni piedras esculpidas para rendirles culto. Yo soy el Señor su Dios". (Lev 26.1)

Pero, no debemos asombrarnos de la multidiversidad de dioses de estos pueblos, a los cuales el ser humano rindió admiración, fervor y reverencia, si en la actualidad, aunque no lo hagamos consciente, en algunas veces, y vivamos obnubilados en el espejismo de nuestra mente, y queriendo hacer más se hace menos, algo muy similar sucede, nos hacemos idolatras. Muchos son los dioses que controlan nuestra vida y a los cuales les rendimos honores, robándole la gloria a Dios. Estos son MUCHAS CARAS, algo similar a tener múltiples personalidades, pero Dios no llama a la UNIDAD en Cristo Jesús. 

"Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón." (Mt 6.21)

Si Dios no es el centro de nuestra vida, ¿Quién lo será?. A quién o a qué se le rinde honor, se alaba y exalta con vehemencia. Quizá al dinero, al cantante, animales, sexo, hábitos, el trabajo, nuestra profesión, hijos o a cualquier otra persona, una adicción. Lo que hay en centro de nuestro corazón, aquello que nos mueve y controla nuestro existir, son los ídolos que también controlan nuestra vida. "Queridos hijos, aléjense de todo lo que pueda ocupar el lugar de Dios en el corazón." (1Jn 5.21)

Sin embargo, ante esta avalancha de dioses controladores de la vida humana, hay un eje principal, el "YO". El ser humano llevado por su voluntad, y queriendo prevalecer en un mundo que pone multi-estándares, los cuales giran en torno al materialismo, a suplir la necesidad de acrecentar su ego, se ha dejado llevar por corrientes que sacian su espíritu ególatra,  que lo mantiene en constante insatisfacción. "Cumplan con todas estas leyes, y jamás pidan la ayuda de otros dioses; ni siquiera pronuncien su nombre." (Éx 23.13)

Insaciables en la adquisición de todo lo que le de posicionamiento y adaptación al contexto donde habita, le da a las cosas atributos que solo Dios tiene como sanar, salvar, liberar, haciéndolas motivo de idolatría. "Tapa huecos, para abrir otros más grandes", se juega la vida por resanar el corazón. 

Compramos, gastamos, conseguimos, nos llenamos de todo aquello que alimente nuestro "YO" hambriento. Idolatras de nuestra propia hambre de insatisfacción le hacemos culto al material en el que se  edifica nuestro pensamiento irracional y falto de dominio propio. La idolatría trae MUCHAS CARAS que distorsionan la Verdad. "Por lo tanto, mis queridos amigos, huyan de la adoración a los ídolos. (1Cor 10.14)

Esta inclinación a rechazar al Dios Verdadero por dioses falsos, indudablemente tiene un propiciador, EL PECADO. Este ciega el entendimiento no dejando ver la Verdad. Aquella que Dios nos ha revelado a través de SU CREACIÓN, llevando al ser humano a crear, inventar y sustentar su vida con sustitutitos falsos y no en el Dios verdadero, "porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él." (Col 1.16)


Es el pecado, el artífice de la duda y del espíritu ególatra. A partir de él se crean las patrañas que hacen a la persona deambular en el doble juego, de creer y seguir pecando. Creemos, pero en el todopoderoso "yo", que no ve sino en su propia satisfacción la razón de su propósito de vida. Adicional, gesta el orgullo, el egoísmo y la auto-suficiencia. Es así que cerramos el corazón al Dios Verdadero para fijar nuestra atención en dioses falsos, manipulables, que dan vía libre al espíritu pecaminoso. 

Pero, nuestro Dios que todo lo ve, sentado en primera fila mira el movimiento de nuestra vida. No cierra los ojos, ni bloquea sus oídos, ni nos saca de Su propósito, como lo hacemos nosotros para no escuchar Las Buenas nuevas de salvación, aquellas Verdades que nos salvarán, sino que espera pacientemente, hasta que tomemos decisiones sabias que cambien la perspectiva, "... porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, quien no tolerará que entregues tu corazón a otros dioses. Extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia de los que me rechazan queda afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación. (Éx 20.5)

"Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra..." (Rm 1.20a) ¿Quién no los ha visto? Y es que desde lo más profundo del corazón, las personas saben que el universo, tal como lo conocemos no pudo ser así sin la intervención de la mano de un Creador. Pero por el mismo pecado del ser humano no lo deja ver de forma natural y reconocer a Dios como el artífice de esta obra magna, sino que se la atribuye a otras fuentes.

De acuerdo a lo que Pablo escribe en las Escrituras, dirigiendo al pueblo romano, el cual deambulaba por muchos dioses, como también habla a nosotros, quienes construimos dioses a diario de acuerdo a nuestros gustos y preferencias, que no tenemos razones para dudar y seguir dioses de mentiras, "...Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios." (Rm 1.20a) puesto que la existencia del Dios, del cual nos habla la Biblia es tan obvia, puesto  que con Él nos relacionamos de continuo ya que se auto-revela a través de  LA CREACIÓN, "Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. (Rm 1.20b)

El capricho del ser humano por continuar haciendo su voluntad, y viviendo a su antojo sin el mas mínimo temor y reverencia al Dios de todo lo creado, al Dios verdadero, ha hecho de su propio corazón una fábrica y la raíz de toda idolatría, rehusando a glorificar y dar gracias a Aquel que sustenta el universo en su propia mano. "Es cierto, ellos conocieron a Dios pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre Dios. Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión. (Rm 1.21)

Entonces, como se hace ciego, ahora contribuye a la adoración de dioses paganos, inventados por hombres para controlar al incauto. Se le rasca la barriga al buda, o El gato de la suerte que mueve el brazo, conocido como Maneki Neko, popular en Japón y China, y que ni idea tiene de su origen. Pero si mueve la pata tiene otro significado, o la planta que trae buena suerte, o estatuillas y láminas a las cuales se le reza fervorosamente, asignándole atributos de Dios, la lista es interminable como nuestras creencias idólatras. Cambiamos la gloria de Dios, Su inmutabilidad, omnipotencia y unicidad, por cosas inventadas. "Profesando ser sabios, se hicieron necios" (Rm 1.22)

Pero, HOY es el Señor quien viene a recordarnos cuál debe ser Su posición en nuestros corazones, en nuestra vida, la cual es visible, conocida y con la cual interactuamos a diario, pero nos negamos a hacerla evidente. No tenemos excusa para dudar, rechazar o negar Su existencia, para así justifica la aceptación de dioses falsos que al final traen muerte espiritual. 

Así como un zapato fino, bien terminado muestra a su diseñador y fabricante, el universo es la primera revelación que nos habla acerca del Dios invisible, poderoso y soberano que lo diseño y lo creó. Es el Universo quien nos presenta a Dios, es él quien nos muestra Su persona, Su grandeza y Su poder. "Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste," (Sal 8.3)

Hoy, sin pretexto, debemos cerrar el paso a todo aquello que evita el conocimiento de la Verdad; A lo que nos hace insensibles a Su llamado y a ver la obra de Dios a través de lo que hizo. Cuando impedimos que Dios habite en nosotros nos hacemos socios y trabajamos mancomunadamente con Satanás, quien desea mantener a  las personas lo más lejos posible de Su Creador. De esta manera se termina imitando sus actos, y viviendo como él. "Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho;...«Por lo que has hecho, eres maldita  más que todos los animales,... Andarás sobre tu vientre,   arrastrándote por el polvo durante toda tu vida." (Gén 3.1,14).

 "NO TIENEN EXCUSA", claramente Dios nos revela Su persona por medio de todo lo que hizo, por tal razón, el pecado no nace por desconocimiento sino por rebelión voluntaria del ser humano ante la LUZ CLARA que muestra la existencia de Dios, y la cual nos revela también  a través de Su Palabra. De esta forma, no hay espacio para justificar la idolatría, e ir construyendo dioses a nuestro paso. Tenemos UN SOLO DIOS, ÚNICO Y VERDADERO, CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA, y es a Él a quien debemos reverenciar,  Nuestro Dios es SUFICIENTE, por eso no necesitamos dioses falsos que distorsionen nuestra fe. 

***Gracias, Amado Creador, por disponer para nosotros un paraíso hermoso y perfecto como lo eres Tú. Enséñanos a vivir agradecidos por Tu obra y, descubre estos ojos enceguecidos por la indiferencia a verte a Ti en medio de cada elemento que conforma el universo. El cielo y la tierra nos hablan de Ti, y te vemos a través de ellos. El Dios invisible se hace visible por medió de la obra de Sus manos, la Creación. Quién podría haber hecho obra tan maravillosa, quien puede pensar en nosotros de esta forma, quién nos puede amar tan grandemente, y quién puede insistir de esta manera para que nuestra vida sea diferente. Solo el ÚNICO Dios vivo, visible y sensible, solo Tú, el Perfecto y soberano Creador nuestro.  

Los cielos proclaman la gloria de Dios
y el firmamento despliega la destreza de sus manos.
Día tras día no cesan de hablar;
noche tras noche lo dan a conocer. (Sal 19.1.2)

A mi amado y ÚNICO Dios, quien no acorto Su mano para darnos un paraíso donde habitar, sea la honra y gloria por siempre. Amén

Alabanza: "Eres Rey de los cielos"
"Fuera de Ti Jesús, solo hallaremos motivos para idolatrar" (Gracia) 

*** Que el Santo Espíritu de Dios te lleve a ver claramente al ÚNICO DIOS, creador del cielo y de la tierra.

¡Mi ayuda viene del Señor,
    quien hizo el cielo y la tierra! (Sal 121.2)


*NOTA: "Cuando la gente quiere un becerro de oro, siempre aparecerá alguien quien se lo fabrique" (John MacArthur)

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