UN GRITO EN BATALLA

"Aclamen al SEÑOR, habitantes de toda la tierra; ¡prorrumpan en alabanza y canten de alegría! Canten alabanzas al SEÑOR con el arpa, con el arpa y dulces melodías, con trompetas y el sonido del cuerno de carnero. ¡Toquen una alegre sinfonía delante del SEÑOR, el Rey! (Sal 98.4.6)

🎵  UN GRITO EN BATALLA  🎶

La dulces melodías,

el compás de la cítara,

el resoplar de la flauta,

te entronan Amado Señor.

Qué belleza es alabarte,

al ritmo de sonidos,

que vuelan por los aires

para rendirte todo honor.

Disfruta, Amado mío,

los amores de mi canto,

con instrumentos sonoros,

te rindo gloria y majestad.

Oh, Soberano Príncipe,

resplandeciente Luz del cielo,

las melodías que hoy te canto,

que sean tu deleite, es mi soñar. (Gracia)

La lírica Bíblica viene en diferentes géneros, tales como la alabanza y la adoración, dentro del los cuales hay subgéneros, que en la actualidad hay una amplia gama, pero se conserva el mismo propósito, alabar, adorar y glorificar a Dios.

Hoy en día han sido blanco de comentarios inapropiados y sin fundamento debido a la forma cómo se presenta en el culto ceremonial y la alabanza, pero son época distintas, nuevas generaciones por ende nuevas formas, pero la misma esencia, CRISTO, “Alabadle a son de bocina; alabadle con pandero y danza; alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes; alabadle con címbalos de júbilo. TODO LO QUE RESPIRA ALABE A JEHOVÁ" (Sal 150.3,6)

Se debe tener claro, que no es la forma o el estilo, porque ahora hay para todos los gustos y edades, sino la intención del mensaje y a quién va dirigido. Cada género tiene sus propios receptores, los cuales reciben el mensaje, y si es aprobado por  Dios, este cambiará vidas, que es el propósito del Plan de Salvación, "ID Y HACED DISCÍPULOS A TODAS LAS NACIONES,...." (Mt 28.19a). 

A pesar de eso, es fundamental el discernimiento y conocer lo que le agrada a Dios, porque Satanás, "como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1P 5.8), y queriendo dañar la creación de Dios, y no se cansará de cambiar el rumbo y tergiversar el propósito divino de la música. 

Hagamos memoria y pensemos cómo se podrían aquietar las colonias indígenas que han sido cristianizadas en sus momentos de alabanza o como cerrarle el pico a un Guardabosques Gritón (ave), cuando levanta su cabeza para alabar a Dios por la lluvia, y quien emite un sonido que puede alcanzar los 125dB, similar a un concierto de rock. 

De igual forma, como podemos acallar a un joven, o adulto que canta con todas sus fuerzas para alabar, agradecer y venerar a Su Dios, Creador y Salvador, quien no acortó Su mano para sacarlo de la oscuridad en que se encontraba. En definitiva, es Dios el creador de la música, “En el principio , Dios creó los cielos y la tierra. La tierra no tenia forma y estaba vacía,…” (Gén 1.1.2a), porque al crear todo, también a cada cosa le asignó un sonido especial y distintivo. De esta manera la creación alaba al Señor, nosotros somos parte de ella, "Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. (Rm11.36)

En las Escrituras encontramos muchas referencias de este tema, desde Génesis hasta Apocalipsis, se puede ver cómo la música formaba parte de la cultura del antiguo Israel. Con la cual se expresó y comunicó alegría, victoria, incertidumbre, sufrimiento, tristeza y rendir culto a Dios. Lo podemos ver la poesía que encontramos en los Salmos, Eclesiastés, Cantares y otros libros escritos en prosa pero que también mezclaban la lírica. "Entonces Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero y, mientras todas las mujeres la seguían danzando y tocando panderos, Miriam les cantaba así:

"Canten al Señor, que se ha coronado de triunfo

arrojando al mar caballos y jinetes" (Éx 15.20-21)

Es necesario conocer y profundizar en el contexto general, lo que originó el canto, la poesía, la oda o la alabanza, y esto es tarea de los lectores. Así, sabrá el propósito que Dios tenía cuando nos dio los hermosos versos que han sido plasmados en la Escrituras y que han sido adaptados también musicalmente. Al igual, la forma en que debemos rendirle honor por medio de la música, la cual debe ser solo instrumento de adoración, alabanza, y donde Dios se revela grandemente. Su voz habla a través de todo lo que ha sido plasmado en las Escrituras, independiente del estilo y los géneros literarios. 

La alabanza y adoración nace en un corazón obediente a Dios, tanto en los músicos como en los oyentes. Un corazón viviendo y adorando el pecado, está imposibilitado para rendirle culto al Señor, aún cuando cante con toda su fuerza, solo escuchará el eco de su propia voz, porque a los oídos del Señor no llegará, "¡Fuera de aquí con sus ruidosos himnos de alabanza! No escucharé la música de sus arpas" (Am 5.23)

"Tocamos la flauta, pero ustedes no bailaron; cantamos canciones tristes, pero ustedes no lloraron" (Mt 11.7)

A veces, por desconocimiento sesgamos la libertad de Palabra de Dios. Limitamos nuestra creencia por el costumbrismo, la idiosincrasia y los legados culturales, desvirtuando el sentido y la naturaleza de las Escrituras. Para conocer el deseo de Dios, solo basta abrir, leer y discernir lo plasmado allí, de esta manera no seguimos nuestros deseos o los ajenos, sino que hacemos la voluntad de Dios,  "la cual es buena, agradable y perfecta" (Rm 12.2)

Es muy claro, que la perspectiva de Dios es sabía y de una diversidad inimaginable. Conocedor de Su obra creacional, diseño un Plan que se ajustara a su mayor obra, El ser humano. Así, llegaría a cada uno de nosotros de acuerdo a nuestra esencia, talentos, gustos, dones, que Él colocó en cada uno de nosotros. "Firme está mi corazón, oh Dios, mi corazón está firme; ¡cantaré y entonaré salmos! (Sal 57.7)

Dentro de este Plan, la música y el canto ocupan un lugar importante al igual que la poesía. Y si Dios la utiliza cómo instrumento de enseñanza, edificación, para plasmar Su Palabra en nuestro corazón y cambiar nuestra vida, bienvenida sea. Igualmente, Satanás, nos persuade con su propia música para evitar que escuchemos y sigamos a Jesús, como también manipula el entendimiento y el conocimiento para mantenernos ciegos espiritualmente. Es la razón por la cual el Señor nos pide que tengamos cuidado con lo que escuchamos, porque podemos caer en el juego de Satanás, "Cantar canciones alegres a quien tiene el corazón afligido es como quitarle a alguien el abrigo cuando hace frío o echarle vinagre a una herida" (Pv 25.20).

"Cuando lloro y ayuno, ellos se burla de mí...Hablan mal de mí en los lugares públicos; los borrachos me dedican canciones" (Sal 69. 10,12)

Asimismo, en toda nuestra cotidianidad, hay música, la naturaleza trae sonidos, y Dios se manifiesta a través de ellos. Desarrollar sensibilidad auditiva para escuchar la voz de Dios es lo nuestra tarea con la ayuda de Su Santo Espíritu, por eso debemos mantenernos alertas para saber cuál es Su deseo y qué le agrada.

HOY, el Señor quiso que el tema del mensaje fuese la música como instrumento de adoración y evangelizador, y para esto usó lo siguiente: "Hace unos días pasé frente a una iglesia cristiana, la cual estaba en su momento de adoración y alabanza. Cual fue mi sorpresa cuando unas personas que iban delante mío dijeron: "Allá están los aleluyas, saltando, haciendo el ridículo". Las burlas, murmuración, rechazo por la alabanza, muestran el desconocimiento y lo lejos que se está de cumplir la voluntad de Dios, ¡Alabadle con címbalos resonantes;...". Ahora, que todos tenemos por medio de Cristo el ministerio sacerdotal, una oración cantada es un GRAN INSTRUMENTO ADORACIÓN Y BATALLA.

La música, el canto en las ceremonias de culto, no es idea o invento del hombre, es un deseo y mandato de Dios. Es más, este tema sobre la música aparece 563 veces en Antiguo Testamento, en donde aparece por primera vez en libro de Génesis 4.21. Desde allí quedó reflejada de forma presencial, en las generaciones (7a) de Adán y Eva, "Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta". Ya en el Nuevo Testamento, estas características se mantuvieron, solo que se hizo énfasis al plano espiritual sin embargo, "..."Cuando se reúnan, canten salmos, himnos y canciones espirituales,...en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo" (Ef 5.19).

Más adelante, podemos observar a David y sus generaciones, quienes los cultos los acompañaban con la música, "David y los comandantes del ejército designaron hombres de las familias de Asaf, de Hemán y de Jedutún para proclamar los mensajes de Dios acompañados de liras, arpas y címbalos...." (1Cr 25.1-6). Así mismo, el traslado del arca de Dios por David y su pueblo, fue motivo de gran gozo, "Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos de madera de haya; con arpas, salterios, panderos, flautas y címbalos" (1S 6.5).

Con todo esto, y aún más, la música que se crea a partir de las Escrituras trae impresa la voz de Dios. Ya sea de forma explicita como implícita Dios se mueve grandemente a través del canto, de cada melodía. Cantar alabanzas y danzar al ritmo de ellas nace de un corazón rendido a un Gran Dios que ha dado Todo por nosotros, y que nos ha amado de manera incondicional, sin tener en cuenta todas nuestras maldades, y quien llevó a una cruz a Su Hijo a cambio de nuestra LIBERTAD. "Oh Dios, un cántico nuevo te cantaré; con arpa de diez cuerdas cantaré alabanzas a ti," (Sal 144.9)

Debemos entender, así como en los antiguos lectores, cuan importante es la música y el canto en celebraciones de culto. La iglesia que NO CANTA es una iglesia que refleja minusvalía espiritual. Es incompetente y no obedece sino que sigue su propia voluntad. Cuando cantamos, alabamos y exaltamos en la congregación al Señor, allí se esconde un poder y fuerza que hace temblar el cielo y la tierra, ya que la Presencia de Dios se manifiesta en todo su esplendor, "Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor en la tierra...." (Ap 16.8)

"Tiembla, oh tierra, ante la presencia del Señor, ante la presencia del Dios de Jacob," (Sal 114.7)

Es importante agregar, que además de rendir honor a nuestro Creador, la música en la iglesia tenía el poder de vencer a los ejércitos enemigos, era un INSTRUMENTO DE BATALLA, "Cuando los de Judá se dieron cuenta de que los estaban atacando por delante y por detrás, clamaron al Señor por ayuda. Entonces los sacerdotes tocaron las trompetas," (2Cr 13.14), La victoria llegaba después de cantar y alabar a Dios, " Después de consultar con el pueblo, el rey nombró cantores que caminaran delante del ejército cantando al Señor y alabándolo por su santo esplendor. Esto es lo que cantaban:

«¡Den gracias al Señor;

su fiel amor perdura para siempre!». (2Cr 20.21)

HOY, el Señor desea que redireccionemos nuestra forma de pensar a cerca de la música, el canto, la alabanza en el culto de adoración en las reuniones de la congregación. El que limita el desprendimiento de todos esos estereotipos preconcebidos, malintencionados e injustificados es el ORGULLO, quien nos impide levantar las manos, cantar con fuerza, saltar y gritar, de tal manera que la tierra y el cielo tiemble y los demonios huyan. 

El cantar cristiano debe brotar de un corazón en el cual habita Jesús, donde no hay lugar sino para adorarlo y alabar Su Santo Nombre. Donde nuestras acciones son alabanza para el Rey. Y no de un cantar idílico, cargados de emociones, puesto que estos se los lleva el viento, es un cantar del corazón en donde el poder de la oración, que también es el canto, vence, derrota al enemigo, ES EL GRITO EN BATALLA, en donde la Presencia de Dios se manifiesta destruyendo al enemigo y todo tipo de oscuridad. "cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón" (Ef 5.19)

*** Gracias Amado Señor, por permitir que te vea a través del canto, de melodías que entonamos para Ti, y que son como perfume a tus pies. Cada sonido, nota musical e instrumento que produce un cantar nuevo, no es más que Tu voz hablándome, y enseñándome a hacer Tu voluntad. Ayúdame Señor, a mantener mis manos en lo alto, y cantar alabanzas a Tu nombre, a alabarte con palabras y con mi alma, y a vivir en adoración permanente en mí corazón. 

Canto para Ti, por Ti; Canto con lágrimas y de gozo al estar en Tu Presencia. Me deleito danzando y gritando, ¡SANTO!, ¡SANTO! ¡SANTO! es el Señor Dios Todopoderoso, el que siempre fue, que es, y que aún está por venir" (Ap 4.8b). Al que creo el cielo y la tierra,.." (Ap 14-7b); y sea, "¡Bendito el que viene, en nombre del Señor!" (Mc 11.99), ¡Aleluya! ¡Aleluya!.

"A mi amado Señor JESÚS, que cada día me inspira con Su bella melodía, Su Palabra, sea la gloria y honra, por siempre. Amén"

ALABANZA: "POR SIEMPRE CANTARÉ"

"La verdadera vida, solo se vive al compás de Tus melodías, Tu Palabra" (Gracia)

*** Que el Espíritu de Dios te guie a conectarte con la frecuencia del cielo, y puedas sintonizar las dulces melodías que Dios tiene para ti.

Dios te bendiga.

"Apaga el ruido del mundo, y exalta con toda tu fuerza a tu Creador" (Gracia)