PARA SIEMPRE



Jehová, tú eres mi Dios;
te exaltaré, alabaré tu nombre,
porque has hecho maravillas;
consejos antiguos son verdad y firmeza. (Is 25.1)

PARA SIEMPRE

Este cántico de alabanza nace de un corazón rendido a Dios, no por emociones sino con la certeza de que Dios es Único y Su fidelidad es eterna, trasciende de generación en generación. Podría ser una oda de agradecimiento por la liberación del pueblo de Dios de Egipto, porque la esclavitud había llegado a su fin, pero es de  total AGRADECIMIENTO por la fidelidad de Dios en el cumplimiento de sus promesas, tus consejos antiguos son verdad y firmeza". 

El Dios de nuestros antepasados, es revelado HOY en Jesucristo, y en total libertad exaltamos Su grandeza y poder, y Su fidelidad que es eterna. La cual ha traspasado los linderos de las épocas para tocarnos hoy, como también a las nuevas generaciones. SEÑOR,  "HAS HECHO MARAVILLAS", y en todo cuanto existe vemos Tu mano,  vemos una creación que habla, canta y alaba al Gran Diseñador, a quien nos ha dejado como herencia esta Su Obra.

El llamado de Dios es a que despertemos, abramos los ojos físicos y espirituales, los ojos del corazón y con gran devoción magnifiquemos Su nombre, desde la posición de deudores, puesto que su gracia, amor, bondad sin límites nos ha sido dada, dejando en nosotros una obligación impagable.

Tú SEÑOR, has puesto todo delante de nosotros, nos ha dado tus maravillas como lo habías prometido desde tiempo atrás. Una herencia destinada a aquellos fieles a Ti, que creyeron y depositaron su confianza en el Único, en el Invisible, el Señor de Maravillas. Gracias Señor, por hacerme deudor de tu amor porque esto me hace vivir cada día en tu gracia.

Es así, que debemos considerarnos parte del pequeño remanente, el pueblo escogido y amado por Dios, a quién  sustentará y acompañará. A estos, sus hijos, cuidará como a la "niña de tus ojos" (Sal 17.8), Los defenderá de la opresión del enemigo; "Darás nuevas fuerza a los débiles, renovarás las fuerzas del cansado" (Is 40.29)"alimentarás al hambriento y saciarás la sed del sediento" (Sal 107.9), y "darás vista a los ciegos y libertarás a los que yacen en prisión de tinieblas y desaliento" (Is 42.7).


Prometiste que cuidarías de tus hijos hasta el final de los tiempos, y así será. El Señor protege a su pueblo en todo tiempo, somos ovejas de Su rebaño. Pertenecemos a Ti, porque hemos confiado y vivido para honrarte y agradarte.

¡Oh!, Señor, cómo no confiar en Ti, si cuando más oscura está la noche, más árido esta el desierto, y más intenso está el sol, vienes Tú, con tu brazo de fortaleza, y nos sacas de las aguas oscuras y afirmas nuestros pies. Nos pones en lugar seguro, donde encontraremos manantiales de agua fresca y donde el sol no nos hará más daño. 

Clamamos y nos oíste, viniste desde lo alto a rescatarnos. Cuando estábamos cerca de ser arrastrados y consumidos por las olas del mar, vienes y nos presentas, a quién sería nuestra Gran Barca de Salvación, Tu Hijo Jesucristo. Así entraríamos en el gran reposo de Su Presencia, para que en medio de la agonía encontráramos fortaleza y paz. 

Si Señor, somos tu pequeño remanente, escogido por gracia Tuya, aquellos que a pesar de los dardos que el enemigo nos envía constantemente, seguimos fieles y confiamos en Ti. Nuestros Único Ayudador, Libertador, Sanador. Tú fuerza es nuestra fuerza, y tu Amor nos hace vivir confiados. 

Confía en Señor, Si Él lo prometió, Él lo hará. Te sacará de las turbulentas aguas y te podrá en la tibieza de Su calma. 

*** Como Señor no alabarte, y decirte que Tú eres suficiente, que eres mi vida, y  que la vida lejos de Ti, es como vivir perdido en medio de una multitud. Tú eres el calor que abraza el frío que hay en mi corazón cuando me pierdo en el ruidoso vaivén del mundo. Tú lo eres todo, porque lo llenas todo. Grandioso y perfecto Señor, mi vida la rindo a Ti, para con total libertad poder exaltarte cada día y PARA SIEMPRE con todo mi ser.

«¡Este es nuestro Dios! ¡Confiamos en él, y él nos salvó!
Este es el Señor en quien confiamos.
¡Alegrémonos en la salvación que nos trae!». (Is 24.9)

A Mi Amado Señor, quien es digno de toda alabanza y gloria por siempre. Amén"

ALABANZA: "ME VINIESTE A RESCATAR"

" Todo mi ser te exalta cuando soy obediente a Tu voz" (Gracia)

*** Que el Espíritu de Santo te lleve a rendirle honor y gloria a Cristo Jesús desde lo más profundo de tu corazón.

Dios te bendiga.

"Te EXALTARÉ mi Dios, mi Rey y bendeciré Tu Santo nombre eternamente y PARA SIEMPRE" (Sal 145.1)

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