HIDRATANTE PARA TU ALMA


 Ahora bien, la fe es tener confianza en lo que esperamos, es tener certeza de lo que no vemos. (Hbr 11.1)

Fe

Julito llegó esa mañana a la escuela muy  triste. La profesora al verlo le preguntó: - Julito, ¿Qué tienes hoy?. Él con la mirada baja y en voz suave, respondió: - Anoche, antes de dormir, llame a Dios y no me respondió. Lo busque en todas partes de la casa y no lo encontré, creo que Dios no existe. La maestra tomó a Julito de la mano y lo sentó frente a todos los niños y preguntó: - ¡Niños!, escuchen y respondan: - ¿Ven las manos de Julito?. -¡Siii, maestra!; - ¿Su cabeza? -¡También!; ¿Sus ojos?, - ¡Siii!. Entonces, las manos, la cabeza, los ojos y demás partes como estas, si existen porque las vemos. ¡Perfecto!, ahora, - ¿Ven el corazón de Julito?, - ¡Nooo maestra!. ¿Julito tiene corazón? - Siii, maestra. Aunque no veamos el corazón de Julito sabemos que esta ahí, lo sentimos, o sea existe el corazón de Julito. Así es es Dios. No lo vemos, pero lo sentimos, Él está ahí, muy cerca de nosotros, tan cerca que lo podemos tocar con nuestro corazón. Julito abrió sus grandes ojos azules llenos de satisfacción, y sonriente regreso a su escritorio.

"Vivimos por fe, no por vista" (2 Cor5.7)

Es de sorprender que esta pequeña palabra, FE, tenga una significancia tan grande para un creyente. "PISTIS" en griego, que significa creer confiadamente, estar persuadido firmemente de una verdad. En nuestro caso es fidelidad y confianza total en la Palabra de Dios. Un seguidor de Jesús debe hacerla VERDADERA y cierta, porque Él no puede mentir. ¿Cómo se sabe si una persona tiene fe?, la respuesta es sencilla, si CREE y confía en la Palabra de Dios, la obedece y se apropia de ella, haciéndola autoritativamente ÚNICA. Cuando una persona cree y confía con el corazón y todos sus sentidos en la Palabra de Dios, tiene FE, en caso contario se le considera impío.

Durante la vida cristiana la FE crece de acuerdo a nuestra relación con Dios, entre más cerca estemos de Él más crece, y si nos alejamos o nos esforzamos poco por buscar Su cercanía, la FE decrece paulatinamente hasta desaparecer. De esta manera, cerramos el acceso a Dios en nuestra vida. Él se mueve a través de nuestra FE. La Fe en Dios, no se alimenta con rutinas religiosas u obras expiatorias, se satisface CREYENDO y HACIENDO con total convicción. Cuando la persona crece en su FE, Dios hace presencia en su vida, para hacer de lo imposible para ella, posible. "Por la FE Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró FIEL a quien había hecho la promesa" (Hbr 11.11)

Cotidianamente las personas usan la definición de fe como "cliche", y de manera incorrecta la convierten en amuleto para lograr algo. Esta idea peculiar de considerar la fe como una forma positiva de pensar es impropia, puesto que la FE no es un deseo optimista, una frase motivacional que lleva a creer que todo saldrá bien. Tampoco es una emoción que mantiene a la persona con buen estado de ánimo, porque cuando las cosas no salgan según lo esperado, entonces se pierde la "fe" y  la persona queda sumida en inconformidad y desdicha. Este tipo de fe, no es fe en Dios, sino en las cosas, las personas, en uno mismo o en algo totalmente diferente.

La fe se desarrolla escuchando, leyendo cada día las Escrituras, conociendo cada promesa que Dios no da, congregándonos, conociendo testimonios de personas de la iglesia, en fin, son muchas las cosas que podemos hacer para fortalecernos y acrecentar nuestra FE, "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" (Rm 10.17)

Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán (Mr 11.24)

"La certeza, la convicción de lo que nos ve", esta palabra nos lleva a otro nivel. Al considerar la fe como "lo que se espera", en cierta forma se tiene una necesidad, un deseo, algo que causa insatisfacción y queremos tener. Esta es la mejor posición de un creyente, porque es el mejor camino para estimular la fe. Si se vive en la satisfacción total, o sea en total arrogancia, de no necesitar nada porque todo se tiene, no se requiere de fe, ni de Su Proveedor.

Ya con esta carencia que necesitamos que sea suplida, pasamos al otro nivel, EN LO QUE NO SE VE, es importante resaltar que Jesús muchas veces nos enseñó que hay un mundo espiritual que nos rodea, el cual no vemos porque es invisible, pero que es tan real como el viento que sentimos pero no vemos. “porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe” (Hbr 11.6b)

"No busques entender para poder creer, sino debes de creer para poder entender" (Agustino). El entendimiento es básico de la dinámica humana, y que algunos lo enfatizan más, como otros lo hacen con creer. Pero en definitiva, hay una mutualidad entre las dos acciones, la cual si se direcciona en buscar primero creer para entender, la fe crecería, en caso contrario, si se busca tan solo entender para creer ya se convierte en un esfuerzo humano sesgado por el conocimiento racional. Llevando al declive en la fe, a malinterpretarla, o solo seria fe por costumbrismo generacional o cultural. "¡No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?-le contestó Jesús" (Jn 11.40)

Así como entender y fe se correlacionan, FE y Crisis también, y es el punto principal donde se establece la categorización de nuestra FE. Las pruebas son el mejor espacio para saber de qué tamaño es nuestra FE, como también si hemos sido salvos. "Porque todo el que nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence al mundo: NUESTRA FE. (1Jn 5.4)

La vida en sí viene llena de sorpresas, lo que la hace aumentar el nivel de complejidad. Los retos diarios se convierten en grandes desafíos cuando se está alejado de Dios, por ende sin fe y sin saber que hacer. El creyente enfrenta situaciones constantemente que pone a prueba su fortaleza y confianza en Dios, pero esto antes de tomarlo como una maldición o entrar en dudas o cuestionamientos que llevaría a complicar más las cosas, es el momento oportuno para fortalecer la FE en DIOS. "Manténganse alerta; permanezcan firmes en la FE; sean valientes y fuertes" (1Cor 16.13)

Esa misma FE es la que actuará como una  cobertura espiritual, que impedirá que la vida se seque, se agriete y pierda lozanía. La FE que hemos alimentando y fortalecido cada día, es la que nos protegerá de caer en la angustia o en el desanimo; Es esta FE la que nos hace ver a Dios con los ojos del alma y la que nos mantendrá siempre frescos, ágiles y victoriosos en toda circunstancia; Es esta FE la que no permitirá que nuestro corazón no se arrugue puesto que hemos dedicado cada día a hidratarlo con La Palabra de Dios. Es esta misma FE la que nos embellece al confiar plenamente y con toda certeza en Dios, y en Su Palabra. 

"De hecho, sin FE es imposible agradar a Dios" (Heb 11.6a), la confianza y seguridad en la Palabra de Dios, el CREER y ser fieles u obedientes a ella, el vivir conforme a lo que Dios establece, es asegurar que se tiene FE. Creemos en el Invisible y por Su gracia lo hacemos Visible en nuestra vida con cada acto, palabra, pensamiento, "Todo el que desea acercarse a Dios debe creer que Él existe...", Asimismo, el Dios que todo lo ve, que está cerca de nosotros y respira el mismo aire, y se agrada, por tal razón "recompensa a los que le buscan con sinceridad" (V6c)

*** Gracias Amado Señor, por HIDRATAR HOY mi alma. Por darme a conocer lo que te agrada y te complace y a la vez hace que mi alma, mi vida se llene confianza y seguridad. Gracias por embellecer mi alma, cuando resquebrajada estaba por los pesares de la vida. Tu tónico de belleza, Tu Palabra, ha hecho que poco a poco se cierren las heridas, las grietas que el paso por la vida ha dejado. Ahora vienes Tú, me limpias y purificas, embelleces mi corazón para hacer de él Tu trono. Ayúdame, Señor a mantener hidratada  mi vida para que mi FE nunca falle. Entréname cada día para saber pelear la buena batalla de la Fe, para cuando los días oscuros lleguen estar list@ confiando en Ti y así alcanzar la victoria

"Te basta con mi gracia...", es lo que Dios me ha dicho, y lo CREO. Por eso cuando las dificultades lleguen me ánimo, recobro fuerzas, me gozo en el Señor. Es cuando adoro y canto con más fuerza, vivo Su Palabra. Porque cuando más débil esté, entonces, ¡SOY FUERTE EN EL SEÑOR!.

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; 
el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. 
¿Crees esto? (Jn 11.25-26)

A mi Amado Restaurador, quien cada día aviva mi corazón y renueva mis fuerzas, sea la honra y la gloria, por siempre. Amén.

ALABANZA: MI TRABAJO ES CREER

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"Con Dios a nuestro lado, lo tenemos todo"


*** Que el Santo Espíritu de Dios le fortalezca y le anime a usar a diario el Hidratante para tu alma. LA PALABRA DE DIOS.

"El justo vivirá por la FE" (Rm 1.17c)

Dios te bendiga.




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