HACIA LO EXTRAORDINARIO
Aquel que los ha llamado es fiel y cumplirá su palabra. (1Tes 5.24)
HACIA LO EXTRAORDINARIO
En ciertos momentos de la vida nos encontramos en los lugares equivocados, ya sea en el plano laboral, sentimental, religioso, familiar o social. Cuando estamos allí, sentimos que ese espacio no es nuestro, que no es lo que nos imaginábamos o simplemente las personas que nos rodean no son aquellas con las que nos satisface estar. En palabras coloquiales "como mosco en leche", que ni una buena remuneración, puede compensar ese vacío que se forma al no satisfacer nuestro deseo interno.
Fuimos creados con talentos, dones específicos, los cuales se perfeccionan de acuerdo a las decisiones que se tomen. Salir de este molde preestablecido causa desorden en las actitudes posteriores. Es la razón por la cual debemos estar atentos a escuchar la voz interior, la de nuestro corazón, aquella que nos guiará en la toma de decisiones. "Muéstrame la senda correcta, oh Señor; señálame el camino que debo seguir" (Sal 25.4)
La falta de motivación y el desgaste que puede surgir cuando el contexto, ya sea el trabajo o la actividad que se realiza no cumple nuestras expectativas llevaría a formar estructuras mentales apáticas que al final nos haría claudicar, abandonar y terminar en la decidía, como también a tomar decisiones lamentables. "Guíame con tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios que me salva. Todo el día pongo en ti mi esperanza" (Sal 25.5)
Por eso, antes de tomar una decisión, no debemos mirar al frente, donde podemos hallar muchas opciones, tan solo debemos mirar hacia lo alto donde hay una sola verdad, una sola persona, y una sola respuesta, Cristo.
"y Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;" (Col 1.18)
En el contexto cristiano, la iglesia, la amada esposa de Dios, sucede algo similar. El Esposo, la cabeza, Cristo es quien con toda autoridad llama a quienes predestinó. Los busca, toca a su puerta, les muestra de todas formas Su Plan de Vida, los invita, más no coacciona, cada cual en su libre albedrio toma la decisión sabia, que será de beneficio para su vida. Asimismo, una palabra profética, un testimonio, un acontecimiento personal, son muchas las formas en que Dios se revela y nos muestra su propósito. Nada se da al azar, o por suerte, el llamado es porque así lo estableció Dios desde el comienzo de los tiempos, "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros," (Ef 4.11).
¿Cómo sabemos que somos escogidos de Dios?, La lectura de la Biblia es uno de los principales medios que nos lleva a reconocer si estamos siendo llamados. Un pasaje que nos desacomoda de la silla y nos estremece, es el sacudir del Espíritu Santo quien obra en nosotros para despertarnos. Cuando escuchamos, recibimos y aceptamos el llamado, con devoción y en obediencia y seguimos el plan que Jesús nos ofrece, consolidamos el llamado de Dios. "...y por amor de tu nombre me conducirás y me guiarás" (Sal 31.3b)
El llamado no es igual para todos, sin embargo Dios habla y nosotros escuchamos y obedecemos. Abraham, "obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba., (Hbr 11.8). Igualmente, "... Isaac y Jacob, quienes heredaron la misma promesa...". (Hbr 11.9). Como Moisés, "Por lo tanto, ven ahora, que voy a enviarte al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los hijos de Israel." Quien dudó de sus capacidades, "Pero Moisés le respondió a Dios: «¿Y quién soy yo para ir ante el faraón y sacar de Egipto a los hijos de Israel?»(Ex 3.11). A Pablo también le sucedió algo particular cuando iba de camino a Damasco. (Hch 9.3-6), los descípulos, entre otros.
Moisés atendió al llamado en total obediencia, Dios lo preparaba para grandes cosas. A pesar de su posición en Egipto, rehusó aceptar lo que allí le ofrecían. Aunque tenía un rol de liderazgo y poder con muchos beneficios, como la abundancia de riquezas, su corazón permaneció firme y vivió siendo coherente con las creencias que había aprendido desde niño, y con humildad, honestidad ejerció su labor, dándole gloria al Dios que lo había salvado de la muerte y de las aguas de donde fue rescatado. "Fue por la fe que Moisés, cuando ya fue adulto, rehusó llamarse hijo de la hija del faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los placeres momentáneos del pecado. Consideró que era mejor sufrir por causa de Cristo que poseer los tesoros de Egipto, pues tenía la mirada puesta en la gran recompensa que recibiría. (Hbr 11.24.26)
Cuando se inicia el caminar con Jesús, objetando, criticando, haciendo las cosas sin pasión. Cuando buscamos que todo se ajuste a nuestra conveniencia y no hay sujeción a la Palabra de Dios, estamos en el lugar incorrecto, no hay Dios, solo prevalece nuestro "yo". Es la razón por la cual se deserta con facilidad, no hay constancia, dedicación, entrega. Estos "creyentes" son los que hacen daño al cuerpo de Cristo, como no están en la lista de los LLAMADOS, entonces se dedican a hacer que declinen los que si lo ha sido y han decidido aceptarlo. Al no serlo, el resultado es un caminar a la inversa de Jesús, sin convicción más bien por obligación, así la frustración aparece, porque siente que no encaja, todo le parece irrelevante.
Indudablemente tenemos dos fuerzas que llaman, Dios y el mundo. Aquí opera notablemente la calidad de las decisiones de la persona. ¿Quién gana o pierde?, el mundo sigue siendo mundo y Dios sigue siendo Dios con o sin nosotros, pero el gran beneficiado es la persona, nosotros cuando decidimos hacer, tener una vida mejor de la que se tiene, y esto se logra escuchando el llamado de Jesús, diciendo:
"VEN, SÍGANME,.." (Mt 4.19a)
Esta invitación de Dios a seguirle es el primer paso del llamado, aunque primero nos ha mostrado una creación que habla de Él, un mundo caótico que vive sin su presencia. Nos ha mostrado las dos caras de la moneda, AHORA, nos dice ¡VEN!, nos muestra el camino para que aprendamos mientras le seguimos acompasadamente.
"Durante muchos años, uno de los anhelos de Anna era ser escritora, escribía pequeños textos, poesías, narraba historias increíbles a sus niños a los cuales les enseñaba. Tenía varios bosquejos de novelas, cuentos, que algún día se decidiría a escribir. Pero Dios nunca desperdicia una experiencia ni habilidades. Muchos años después se dio cuenta de que este había sido tan solo un proceso de entrenamiento para sus labores posteriores, DAR A CONOCER LA PALABRA DE DIOS. Ella sabía que el "Ven síganme" venía con complemento, un propósito, el cual era, "Y LOS HARÉ PESCADORES DE HOMBRES" (Mt 4.19). Nada se da sin razón, Dios tiene el Plan perfecto, para cada persona, el cual lo establece teniendo en cuenta sus potencialidades. Ahora Anna vive para seguir el Plan que Dios estableció para su vida. Se cumplieron sus sueños, sí, pero a la manera de Dios. "...VAYAN Y HAGAN DISCIPULOS DE TODAS LAS NACIONES" (Mt.2819a)
Dios nos llama HOY, primero a salir de la zona de confort, y a atender a Su llamado. Él desea prepararnos desde el interior, para que demos frutos exteriormente. Nos señala el camino a seguir, nos advierte que no iremos solos, que estará con nosotros. Nos LLAMA de diferentes maneras, Él espera que respondamos de corazón, que por un momento cerremos el oído al ruido del mundo, a sus gritos seductores y con los ojos cerrados escuchemos Su voz, que nos dice, “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo...” (Hch. 16:31). De esta manera, el Señor podrá hacer realidad Sus promesas en nuestra vida, "Yo te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no conoces" (Jr 33.3b). Así nos gozaremos y viviremos en el amor de Cristo, quien nos ha amado desde el principio, desde la fundación de mundo.
*** HOY te agradecemos Señor, por hacer brillar tu gloria a través de personas comunes como nosotros. Haces de lo común EXTRAORDINARIAS cosas. Te queremos pedir Señor, que despiertes todo corazón aletargado, lo avives por medio del fuego de Tu Santo Espíritu, para que puedan ver las maravillas que les tienes preparados en Tu Plan de Salvación. Rebélate en Sus corazones para que puedan seguirte con FE y convicción. Somos tus portavoces Amado Señor, enséñanos a cumplir Tu propósito de manera que te honre y glorifique. "Ahora ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y mientras vivo en este cuerpo, vivo por fe en el Hijo de Dios, quien me amó y entregó su vida para salvarme. (Gál 2.20)
A mi amado Señor, quien dio de Su extraordinario brillo a mi opacado corazón, sea la gloria y honra por siempre. Amén.
ALABANZA: JESÚS LA VERDAD
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