MÁS QUE HACER


Si alguno me SIRVE, SÍGAME; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará" (Jn12.26)

MÁS QUE HACER

La dinámica cultural con sus distintas temáticas influye notoriamente en la forma de pensar y actuar de las personas, lo cual a algunos los pone en serios aprietos al desenfocar el propósito original. 

La necesidad de ajustarse a toda costa en los modelos contemporáneos, hace que se pierda la autenticidad, esa impronta original que viene dentro de las características internas y que lo único que requiere es ser trabajadas para hacerla de mejor calidad o modificarlas totalmente. Plagiar o "piratear" lo que otros son, tanto ideas como estilos son casos graves de suplantación, en donde el que más pierde es la persona, puesto que malogra la oportunidad de ser él mismo. Nacemos ÚNICOS e irrepetibles, copiar nos haría igual que muchos, " Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;..." (Gén 1,.26a)

Pero ahora, así dice el Señor, el que te creó, Jacob, el que te formó, Israel: «No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío" (Is 43.1)

La autenticidad, en tiempos postmodernistas, es un tema con enfoques diversos, pero más que fomentar la calidad positiva en las actitudes personales, ha llevado a la condescendencia para ajustarse a los distintos enfoques que marcan la evolución del mundo en desarrollo.  Autenticidad es similar a ser original, y no es ser una reproducción constante de los "avances" que el mundo ofrece. "Se tu mismo", pero sin ser copia de modelos que con el paso del tiempo se extinguirán, dejando huellas que muchas veces demarcarán caminos impropios.

Autenticidad va de la mano con ser genuino y verdadero, en donde la originalidad es una marca propia, y esta característica es aplicable a todas las situaciones donde se desenvuelve el ser humano. 

"Vivamos, en cambio, con AUTENTICIDAD en el amor y esforcémonos por crecer en todo, puesta la mirada en aquel que es la cabeza: CRISTO" (Ef 4.15)

HOY, debemos recordar que el mayor ejemplo de Autenticidad es Cristo, quien en varias ocasiones nos repitió: "YO SOY el Señor, y NADIE MÁS. No hay Dios fuera de mí..." (Is 45.5); "Yo, Y NADIE MÁS, SOY el que borra tus rebeliones, porque ASÍ SOY YO,..." (Is 43.25a); "YO SOY el camino, y la verdad, y la vida;..." (Jn 14.6). De esta manera debemos tener claro que tenemos un único creador, dueño y Padre, que nuestra vida le pertenece como hijos suyos, "no son del mundo, como tampoco YO SOY del mundo" (Jn 17.16), debemos ser IMITADORES de Su Verdad, testimonio vivo para aquellos que andan en la oscuridad. Somos resplandor de la Luz de Cristo para la humanidad, "Yo les he dado a mis seguidores el mismo poder que tú me diste, con el propósito de que se mantengan unidos. Para eso deberán permanecer unidos a mí, como yo estoy unido a ti" (Jn 17.22)

"Porque YO JEHOVÁ SOY tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: NO TEMAS, YO TE AYUDO" (Is 41.13)

Asimismo, el Señor JESÚS desea dejar claro en sus seguidores este atributo, "SI ALGUNO DE USTEDES QUIERE SERVIRME, TIENE QUE OBEDECERME..." (V25 TLA). Va para aquellos que han tomado la decisión de aceptarlo y seguirle fielmente, sin ilegitimidad; Los que dicen CREO, lo amo, y confío en Él, y obedientemente hacen lo que Él dice. Ser auténticos en nuestras convicciones es hacer valer el SI ACEPTO, por encima de todas las cosas, obedecer y ser fiel Su Palabra, y ser imitadores de Cristo en cualquier espacio donde nos encontremos. Vivir a Cristo en nuestra cotidiana, lleva a mostrar con valentía que somos auténticos y no copias de las muchas que encontramos por ahí sin propósito.

Conocedores de estas características que ciñen nuestra autenticidad, o sea reflejamos a quien pertenecemos, es de suponer que esta nueva identidad trae responsabilidades, ¿Qué tareas tenemos como cristianos?, una de ellas es el SERVIR, dar, aportar, apoyar en la gran labor que el Señor nos ha encomendado "...id, y haced discípulos a todas las naciones,..." (Mt28.19a); "enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado" (Mt 28.20a).

"Jesús recorría todas las ciudades y las aldeas, y enseñaba en las sinagogas de ellos, predicaba el evangelio del reino y sanaba toda enfermedad y toda dolencia del pueblo. (Mt 9.35)

El plan de Dios para nuestra vida es como una reacción en cadena, una cosa depende de la otra, por esta razón debemos tener cuidado en nuestro caminar, porque nada se da aisladamente ni esporádicamente, todo tiene un principio y un fin. Y esto se confirma desde el momento que se acata el llamado de manera auténtica, sin falsedad y desinteresadamente. "Todo el mundo sabe que ustedes son leales y obedientes, y eso me alegra mucho. Pero quiero que sean sabios para hacer lo correcto y que sean ingenuos para el mal (Rm 16.19)

El Señor ante todo desea que le sirvamos siendo testimonio, de esta manera muchos lo conocerán, y para lograrlo debemos aplicar todo lo que nos ha enseñado, no tan solo en la vida individual sino con otros. Muchas veces se cree que seguir a Jesús se hace de manera teórica, y que tan solo es leer, estudiar, recitar y "cumplir", y así se es verdadero cristiano, pero podemos ver en Jesús, que durante su paso por la tierra nunca permaneció quieto, ni delegó el trabajo a sus discípulos. Él incansablemente se dedicó a dar a conocer el Plan de Salvación como también a ayudar a otros. "Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo" (Jn 4.6). Trabajó con tal ahínco, perseverancia, pasión, para dejarnos sus enseñanzas y la forma como las impartiríamos a otros.

"No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad. Aborrezcan lo malo. Aférrense a lo bueno" (Rm 12.9)

El llamado de Jesús HOY es a comprometernos activamente y de manera genuina a servir a los demás, a dejar de mirar al otro a través de nuestra suficiencia, y no desde sus necesidades y limitaciones. Más que hacer por cumplir o esperar retribución, es hacer que el corazón del otro sonría, como sonreirá el corazón de Dios. 


El Señor Jesús nos llama a desprendernos del YO-líder, que tiene el control, del creer que nuestras necesidades son más importantes que las de los otros, y de que todo gira alrededor nuestro. Pensando y actuando de esta forma se pierde el propósito que Dios tiene para nuestra vida, porque inmediatamente quedamos descalificados como auténticos seguidores. RECUERDA, Dios conoce los corazones y las intenciones de cada corazón, "Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar Su vida en rescate de muchos" (Mc 10,45)

Cuando los apóstoles le dijeron a aquel hombre, "CREE EN EL SEÑOR JESUCRISTO Y SERÁ SALVO" (Hch 16.31), estaban asegurando que el SER SALVO, no tan solo era palabras  bonitas y esperanzadoras. Le estaban diciendo a aquel hombre, si usted viene y confía en Él, tendrá una vida totalmente diferente, en donde se manifestará en usted todo lo que Él nos enseñó, entre eso está el servicio. Si nuestra vida no muestra cambios, es que no se ha confiado, ni se ha creído, ni aún se es salvo. "Y todo el que oye estas palabras mías y no la pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó una casa sobre la arena;..." (Mt 7.27)

Ahora bien, al comprometernos confiadamente con el llamado de Cristo, debemos hacer lo que nos enseñó. Ahora, Él asume el control de nuestra vida, y en reciprocidad nosotros lo escuchamos, conocemos y vivimos para estar a Su servicio, o sea estamos con Él, "DONDE YO ESTUVIERE", somos sus compañeros y trabajamos para y en Su obra. Aunque Él siempre ha estado,  ahora somos nosotros quien soltamos lo que nos detenía a seguirle con verdadera autenticidad y lo acompañamos, porque hemos decidido creer, confiar y actuar, de esta manera vendrá el cumplimiento de la promesa "MI PADRE TAMBIÉN LOS HONRARÁ"

"LOS HONRARÁ", nos mantendrá salvo y protegerá como sus amados tesoros pero todo esto está sujeto a su gracia y misericordia, no por nuestros propios méritos. Sin embargo, esta promesa nos anima y fortalece grandemente, nos lleva a perseverar en nuestra labor con Dios y a no desfallecer en momentos de adversidad. Si caminamos con Dios con autenticidad, Él vive en nosotros, entonces, está con nosotros así QUIEN CONTRA NOSOTROS "Sólo nos queda decir que, si Dios está de nuestra parte, nadie podrá estar en contra de nosotros (Rm 8.31)

*** Gracias, Amado Señor. HOY me enseñas cómo debe ser mi labor como verdadera hij@ tuy@. Por quitarme el velo de mis ojos que me hacia "piratear" tu Verdad, viviendo solo para recibir sin responsabilidades. Ahora, mi Gran Maestro, me despojaré de este "yo" suficiente, y viviré para agradarte y honrar Tu Santo nombre, haciendo lo que tú me dices, mirar al otro a través de tus ojos, y no de los míos, y servir como Tú lo has hecho conmigo. 

A Ti, El Gran YO SOY, sea la Honra y Gloria, por siempre, Amén. 

ALABANZA: "SERVIR A CRISTO"

"Tu autenticidad fluye del brillo que proviene de Cristo" (Gracia)

*** Tu impronta es única, y no negociable, que el Espíritu de Dios te guie para seguir las huellas de Jesús fielmente.

Los destellos de la gloria de Cristo en nosotros, son los que nos hacen auténticos. (Gracia)

Comentarios

Entradas populares de este blog

EN FALSO

BORRÓN Y CUENTA NUEVA

EN BLANCO